Lawson en la cuerda floja y Tsunoda acecha su puesto

La temporada 2025 de Fórmula 1 ha comenzado con turbulencias en Red Bull. Mientras Max Verstappen sigue demostrando su dominio en la categoría, su nuevo compañero de equipo, Liam Lawson, enfrenta una presión abrumadora tras un arranque decepcionante. Sus pobres resultados han encendido las alarmas dentro de la escudería, y la posibilidad de un reemplazo a mitad de temporada empieza a tomar fuerza. En este contexto, Yuki Tsunoda, actual piloto de Racing Bulls, se ha postulado como su posible sucesor, aumentando aún más la tensión en el equipo.
Un inicio que enciende las alarmas
La situación de Lawson se tornó crítica tras su desastroso desempeño en el Gran Premio de China, donde quedó en el último puesto de la clasificación y terminó 14º en la Sprint. Estos resultados se suman a su eliminación en la Q1 de Australia y su abandono en la carrera principal, marcando el peor inicio en la historia de un piloto de Red Bull. Comparado con antecedentes como los de Mark Webber y David Coulthard en 2007 y 2008, la diferencia es evidente: aunque ambos también tuvieron dificultades al inicio, sus desempeños en clasificación fueron notablemente mejores.
Las críticas dentro del equipo no tardaron en llegar. Helmut Marko, asesor de Red Bull y uno de los principales impulsores de la llegada de Lawson, reconoció en declaraciones a Sky Alemania que el rendimiento del neozelandés ha sido decepcionante. “La Fórmula 1 es un deporte basado en resultados. Si no hay una recuperación rápida, su futuro en Red Bull estará en riesgo”, afirmó con contundencia.
Tsunoda se pone en la fila
Mientras Lawson intenta encontrar su ritmo, Yuki Tsunoda ha aprovechado el momento para hacerse notar. El japonés, que ha tenido un desempeño sólido con Racing Bulls, no dudó en expresar su interés en subir al equipo principal.
“¿Si me subiría al Red Bull? Sí, ¿por qué no?”, respondió sin titubeos cuando fue consultado por Motorsport. Ante la posibilidad de hacerlo en la próxima carrera en Japón, su respuesta fue aún más directa: “100%, el coche es más rápido”. Sus declaraciones no solo evidencian su ambición, sino que también ponen más presión sobre Lawson, quien aún no ha logrado justificar su asiento en la escudería de Milton Keynes.
Incluso, las estadísticas favorecen a Tsunoda. En lo que va de la temporada, ha superado a Lawson en todas las clasificaciones y carreras, con un contundente 5-0 en su duelo personal. Además, su compañero en Racing Bulls, Isack Hadjar, ha mostrado mejores resultados en sesiones de clasificación, aumentando la incertidumbre sobre el desempeño del neozelandés.
¿Cambio inminente? Red Bull no teme tomar decisiones drásticas
La historia de Red Bull en la Fórmula 1 demuestra que el equipo no duda en hacer cambios radicales si el rendimiento de sus pilotos no es el esperado. Desde su ingreso a la categoría en 2005, la escudería ha realizado siete cambios de pilotos a mitad de temporada. Casos emblemáticos como el de Pierre Gasly en 2019, quien fue degradado a Toro Rosso en favor de Alex Albon, o el ascenso de Max Verstappen en 2016 tras solo cuatro Grandes Premios, demuestran que la paciencia en Red Bull tiene un límite.
Helmut Marko no descartó la posibilidad de una sustitución. “Yuki está luchando por su futuro y lo está haciendo muy bien. Vamos a analizar la situación y tomar decisiones en función del rendimiento”, comentó en una entrevista con Motorsport.
Por su parte, Lawson es consciente de la crisis que enfrenta y no esquiva el tema. “Estoy en un Red Bull y terminar 14º no es aceptable. No tengo tiempo, pero necesito controlar esta situación”, admitió en una rueda de prensa. También hizo referencia a las dificultades de adaptación al monoplaza: “Es complicado de manejar, pero si Max puede hacerlo, yo también debería poder”.
Un futuro incierto para Lawson
Con Red Bull acostumbrado a tomar decisiones rápidas y con Tsunoda esperando su oportunidad, el panorama para Lawson es cada vez más complicado. Las próximas carreras serán cruciales para definir su permanencia en el equipo. Si no logra mejorar su rendimiento de manera inmediata, su paso por la escudería podría ser uno de los más fugaces en la historia de la Fórmula 1.
El reloj corre y la presión aumenta. En Red Bull, los resultados mandan y la paciencia es un lujo que pocos pueden permitirse.