Opinión

Operación Pig

Luis Carlos Rojas García

Luis Carlos Rojas García

Escritor

Este es un diálogo secreto, ultra secreto. De hecho, debo admitir que si divulgo esta información podría estar en peligro. Sin embargo, me arriesgare.

Dialogo de dos súper agentes secretos.

H – Pues señor, la cosa es sencilla. Digamos que nos vamos a inventar una tan, pero tan brutal que, literalmente: ¡La sacaremos del estadio!

D – ¿Del estadio? ¿Sencilla? ¿Cómo hacer unas cabecitas con el balón? ¿Vamos a poner un partido de la selección Colombia? Pero, esa ya se la conoce todo el mundo, yo quiero algo más original.

H – No, no señor, yo no hablo de eso, yo me refiero a algo que llame la atención, algo áspero, algo, algo que cause ampolla, que raye contra todo lo correcto.

D – ¡Ah! Bueno, bueno, eso me gusta. Pero, es que ya nadie le cree a Mafe y a Palo, la comparan con la loca de los gatos de los Simpson. Jejeje, pobrecita ¿No es cierto?

H – ¡No! Señor, yo no me refiero a eso. Mejor dicho ¿Usted sabe algo de espías?

D – ¡Ah! ¿Cómo el Súper Agente 86? O ¿El inspector de la Pantera Rosa? O ¿Qué me dice del Inspector Gadget? Ese sí que era bueno; claro que ninguno está a la altura de las chuzadas de…

H – ¡Señor, no, no! Espere un momentito, déjeme le explico; yo me refiero a algo por el estilo de James Bond, de…

D – Mmm, sí, pero, a mí me gusta más el Inspector Gadget.

H – Pues podríamos, entonces, hacer una fusión.

D – ¿O sea que me puedo disfrazar del Inspector Gadget? ¿Y puedo tener el Gadgetocóptero, Gadgetoparaguas?, Y…

H – (¡Huy no! ¡Qué man tan pendejo!)

D – ¿Cómo dijo que dijo?

H – ¡Que hace falta un agua de panelita con queso!

D – Sí, y unos huevitos pericos, con salchicha y pan con mantequilla y mermelada. Y que falte el chocolatico caliente. Mire las horas y no he desayunado.

H – Eso está bien señor, pero, por ahora nos toca concentrarnos.

D – Pues qué pena con usted, pero yo con hambre no me concentro.

H – Bueno, bueno, está bien, ya le digo a la muchacha que le prepare todo eso y más, si es el caso.

D – Está bien, entonces, voy a ser como el Inspector Gadget.

H – Ok, Ok ¡Cómo usted diga!

D – ¿Y quién hace las veces del doctor Garra? ¡De una vez le digo! ¡Que no sean los vecinos porque ya eso me sabe a cacho! Yo no quiero que me pase lo de siempre.

H – Pues, técnicamente no serán ellos, pero, pues toca incluirlos para que haya más fuerza. Usted sabe que el Castrochavismo vende.

D – No entiendo.

H – (¡Raro sería que entendiera!)

D – ¿De qué me hablas viejo?

H – Señor, que nos toca unir a un internacional con los vecinos.

D – ¡Ah, ya! ¿Y por qué no me dijo antes? O sea que vamos a luchar contra los gringos.

H – ¡No hombre! ¡Cómo se le ocurre!

D – ¡Oiga! ¿Y usted cómo es que me está hablando? ¿Usted no sabe quién soy yo?

H – ¡Pues claro que yo sé quién es usted! “Señor”. Pero si no me deja explicarle la estrategia, difícilmente vamos a poder levantarle la imagen y, sobre todo, vamos a poder ir a las presidenciales.

D – Yo no sé usted qué es lo que está planeando, pero, sea lo que sea, a mí solo páseme el libreto, como hacemos en el programa y listo. Cuadren esa vaina con los de la revista y otros y ya. Eso sí, no se le vaya a olvidar que hay que ponerle un nombre a la operación, como hace el inspector.

H – Sí señor, ya le tengo nombre.

D – ¿Y cuál es? ¡Pues si es que se puede saber porque como uno ya no puede decir nada en esta casa!

H – Operación Pig.

D – ¿Pink o Pig? ¡Ojo con eso! Porque no quiero que se sigan burlando de mí.

H – Como suena señor, es para despistar al enemigo. Además, es un nombre muy inclusive.

D – ¡Perfecto! ¡Perfecto! Ahora échele una miradita a la muchacha a ver si ya vienen con el desayuno. Es que yo con hambre no puedo ni pensar. Y ahora se me metió la cancioncita: “Gadget, Gadget, Gadget, Gadget, Gadget, Gadget, Cucu”.

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