Panamá cierra el Darién: una decisión que redefine la migración en la región
El Tapón del Darién, uno de los pasos migratorios más peligrosos del mundo, está cerrando sus puertas. Así lo anunció el presidente José Raúl Mulino, quien confirmó el desmantelamiento progresivo de los centros de atención a migrantes en esta zona, tras registrar una reducción del 98 % en el flujo migratorio hacia el norte del continente.
«No permitiremos más migrantes en esa zona del Darién y cerramos una operación que comenzó en 2016 (…). Me da mucha complacencia haber cumplido y haber cerrado el Darién, con lo que eso significa para la seguridad regional y panameña», afirmó Mulino en su conferencia de prensa semanal.
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El fin de una ruta de supervivencia
Desde 2016, Panamá estableció centros de atención en Bajo Chiquito y Canaan Membrillo, donde, en conjunto con agencias de la ONU y ONG, se brindaba asistencia a los migrantes tras cruzar la selva. Allí recibían alimentos, atención médica y registro biométrico, en una operación humanitaria que costó más de 50 millones de dólares.
El cambio en las dinámicas migratorias ha sido drástico. En marzo de 2024, 36.841 migrantes atravesaban el Darién; hoy, la cifra se ha desplomado a 112 personas. Según el mandatario, esta caída responde a las restricciones impuestas por su gobierno y al endurecimiento de las políticas migratorias en Estados Unidos, particularmente tras la victoria electoral de Donald Trump, quien ha intensificado las deportaciones masivas.
De paso obligado a punto de retorno
Lo que alguna vez fue una vía de escape para miles de personas que huían de la crisis económica y política en Venezuela, Haití y otras naciones de Sudamérica, hoy se convierte en un punto de retorno. Mulino reveló que en lo que va de marzo, 961 migrantes—en su mayoría venezolanos—han comenzado a regresar desde México y otros puntos del norte.
A su vez, el ministro de Seguridad Pública, Frank Ábrego, señaló que Panamá ha registrado el ingreso de 3.100 personas desde Costa Rica con dirección al sur, aunque se presume que el número real es mayor debido a los cruces irregulares en la frontera.
Un futuro incierto para los migrantes
El cierre del Darién redefine el mapa migratorio en la región. Sin esta ruta, miles de personas buscarán caminos alternativos, lo que podría aumentar los riesgos de tráfico de personas y explotación.
Mientras tanto, Panamá apuesta por reforzar su seguridad fronteriza, dejando claro que su prioridad es cerrar el capítulo del Darién como corredor migratorio. Sin embargo, el éxodo en América Latina no se detiene, y la gran pregunta sigue en el aire: ¿qué camino tomarán ahora quienes aún sueñan con llegar al norte?
