Pegasus se perdió
Imagine por un momento que usted está en su casa, tranquilo, viendo la tv, compartiendo con su familia, dándole les beso de buenas noches a sus hijos, llevando las cosas del diario vivir a su manera, haciendo sus necesidades o incluso, teniendo intimidad con su pareja y demás. Ahora imagine que lo anterior ocurre mientras usted está siendo expiado: ¿Qué sentiría?
Pues bien, lo denunciado por el presidente Gustavo Petro durante el paro camionero es realmente preocupante. Por supuesto, los medios corruptos de desinformación le restaron importancia a la denuncia, porque, esa es su misión, crear discursos de odio, crear noticias falsas, confundir y reinar.
Ahora bien, la noticia del virus expía Pegasus salió hace un tiempo; pero, eso no quiere decir que sea menos importante. Claro, ahora los medios y los políticos corruptos, quieren que los colombianos piensen que esto es parte del delirio del presidente; sin embargo, la situación es bastante complicada; por un lado, se han dedicado a expiar a unos y otros y compraron el software con dinero del narcotráfico. Por el otro lado, Pegasus se perdió y nadie sabe en dónde está, quién lo tiene y, mucho menos, que están haciendo con el mismo.
Por eso, no es exageración decir que la política colombiana, sin lugar a dudas, a cruzado los límites de la corrupción de la infernal mano de los medios corruptos de desinformación, así se hagan los inocentes.
En resumidas cuentas, en los últimos años hemos visto como la derecha corrupta se ha fortalecido con distintas herramientas y artimañas y no es para menos, ellos tienen con qué hacerlo. También hemos sido testigos de normalización de un montón de prácticas nocivas que hacen mucho daño; tanto así, que no será raro que los colombianos lleguemos a presenciar un golpe de estado contra el presidente; de hecho, todo está diseñado para que así sea, la utilización de un discurso de odio contra Petro, la ayuda de los medios y hasta de los periodistas que creíamos hacían un buen trabajo y lo peor, la ignorancia de un pueblo que no ve más allá de lo que debería ver.
Esperemos entonces que Petro, su gente y quienes apoyamos este proyecto político dentro y fuera del país, demos la batalla como debe ser, de frente y sin miedo, porque… cada cosa que ocurre: ¡Es un hecho Sam!
