Por amor al arte… y a la arquitectura
Valentina Salazar Sánchez es estudiante de séptimo semestre en el programa de Arquitectura en la Universidad de Ibagué. Entre sus más grandes amores está el paisaje urbanístico, la acuarela en sus bocetos y la dimensión social de la profesión. Sin embargo, no todo son edificios. Valentina decidió estudiar esta carrera porque tenía cierta cercanía con el arte, ya que desde muy pequeña le ha apasionado dibujar y pintar. Su sueño frustrado es ser artista y espera que en un futuro pueda trabajar en ambas cosas: el arte y la arquitectura.
En entrevista con Tolima Online, Valentina contó un poco más sobre sus razones por las que escogió la carrera de Arquitectura, cuáles son sus inspiraciones y cómo saca provecho del arte en el diseño de edificaciones.
¿Por qué decidiste estudiar Arquitectura y no una carrera más afín a las artes?
Valentina Salazar: VIvo por el arte desde que tengo memoria, pues, como cualquier niño, siempre me ha gustado dibujar. Desde pequeña he tenido una fascinación por hacer alboroto al pintarme o por pintar paredes. Sin embargo, veía muy difícil estudiar algo artístico como Diseño Gráfico o Artes Plásticas y que, por decirlo así, tuviera salida y que no fuera algo tan complicado en el ámbito laboral. Entonces, me pareció que la Arquitectura era una carrera que tenía más opciones para yo desarrollarme como profesional.
Ahora, estás estudiando, pero ¿cómo continuaste en la pintura y el dibujo?
V.S: He hecho cuadros para venderlos y también me gusta mucho regalarlos a mis seres queridos. La verdad, yo siempre he dicho que es algo que me gusta tanto que lo podría hacer gratis. Mi familia me dice que debería sacarle más provecho, pero es algo en lo que no quiero verme explotada y matarme la cabeza por dos meses haciendo cuatro o cinco cuadros que no van a tener esa pasión o ese amor, solo por sacarle plata.
¿Cuál es tu fuente de inspiración?
V.S: Mi fuente de inspiración es la animación. Por ejemplo, Arcane es una serie brutal, es increíble que cada fotograma sea arte en sí mismo, también, Spider-Man: Across the Spider-Verse, una película que mezcla animación 3D y 2D. Películas como Blancanieves, que son de los 40, se hacían a mano…yo digo que un sueño para mí hubiera sido viajar al pasado y hacer uno de los paisajes que se hacen de fondo en esas películas. En Loving Vincent todos los fotogramas son a pinceladas y fue hecho por más de cien artistas al óleo.
¿Quiénes son tus referentes en la pintura?
V.S: Me gusta mucho lo que es Monet y los impresionistas, que tratan temas de mucho color. Cómo no admirar a Van Gogh y artistas colombianos como Obregón. Sin embargo, aclaro que lo realista no va conmigo, me gusta mucho lo que es el paisajismo, pero que sea aquel que tenga un poco de abstracción en los colores; que parezca un paisaje surrealista, pero al mismo tiempo sea imaginable.
¿Qué técnicas utilizas?
V.S: En mis inicios, solo dibujaba a lápiz y a carboncillo y, ahora, hago acuarelas, lo que es óleo y un poco de acrílico, pero no es mi campo de acción más grande. Creo que estoy entre el óleo y la acuarela… el óleo lo he explorado desde hace poco tiempo y, de verdad, me enamoré de los colores.
¿Has pensado en mezclar tu pasión por la acuarela y la arquitectura?
V.S: Sí. El año pasado conocí a un acuarelista que también es un arquitecto, se llama Gustavo Pedraza. Él me decía que la acuarela es muy importante en arquitectura. Tú puedes representar no solo la vivienda o un edificio, sino cómo la luz es proyectada en un lugar o cómo los colores pueden avivar ese mismo entorno y es mucho mejor que un diseño computarizado. Se ve esa naturalidad de las cosas.
Yo diría que querer expresar lo que quieres con el proyecto arquitectónico es lo mismo que produce el arte. Así como una obra de arte te puede causar tristeza, te puede causar seguridad, alegría, amor, lamentación, tantas cosas…
¿Y tu gusto por el paisajismo también se puede aplicar?
V.S: La arquitectura no solo se relaciona con lo construido, sino también con el paisajismo y lo que conlleva alrededor de este.
Al principio escogiste la Arquitectura como una entrada económica y su relación con el dibujo, pero ¿hay algo más que te llame la atención de esa carrera?
V.S: La arquitectura me ha enamorado de muchas maneras, sobre todo, ha sido más el hecho de querer solucionar las problemáticas de las personas a través de los edificios. Hay un arquitecto urbanista que se llama Jan Gehl, es de Dinamarca. Él habla sobre cómo primero diseñamos las ciudades y, luego, las ciudades diseñan a las personas. Nosotros estudiamos el comportamiento de la sociedad y sus necesidades para así planear una zona urbana que implica transformar la forma de vida de las personas.
¿Cuál es tu proyecto de vida a futuro?
V.S: Me gustaría vivir como arquitecta y artista. Por ejemplo, Gustavo Pedraza es mi ídolo porque es alguien quien está en sus años dorados y se está desempeñando en ambas cosas.
