Opinión

Vocación

Ricardo Orozco Valero

Ricardo Orozco Valero

Gobernador del Tolima y Columnista Invitado

Doy gracias a Dios haberme permitido a pesar de las circunstancias en las que me levanté, desempeñarme en el oficio que considero mi vocación, para el cual me formé, por el cual sufrí y luché, cada día y año vivido, cada circunstancia me construyeron para hacer lo que me gusta, que es servirle a la gente. Es muy común ver gente inconforme, incomoda, generadora de conflictos, como diría mi papá “atravesados”, haciendo lo que no les gusta o lo que les toco hacer. Nuestra sociedad en gran parte se ha visto afectada por que no cultivamos en nuestros jóvenes encontrar su vocación, esta sociedad de mercado y consumo ha trastocado el ser, con el tener, muchos creen equivocadamente que es más importante esto último.

La vocación es la clave del éxito, no solo del individuo sino de la sociedad, trabajar con amor, con entusiasmo y entrega, donde no importa ni el horario, ni la paga, son características de quien eligió lo correcto para su vida, bien dicho esta “hago lo que me gusta y me pagan por eso”. Muy importante es también conocer bien su oficio, su regulación, lo que nos lleva a desarrollar no solo el ser sino el deber ser, allí donde hay que cumplir conductas y normatividad.

La función pública, es una gran vocación para servir, para construir, para ayudar, es un oficio limpio, donde la empatía debe ser principio y fin, el buen servidor público es solidario, sensible y humano, por excelencia apegado a sus principios y a la ley, por eso la legalidad, de la legalidad, no es redundancia sino virtud de quien esta sirviendo a los demás y administrando su mandato.

La experiencia en el ejercicio de la función pública, debe ser la amalgama perfecta con la vocación cuando se trata de ostentar un cargo de elección popular, que tiene unas obligaciones e inherentemente unos deberes que hay que cumplirlos so pena de trasgredir la normatividad, las obligaciones legales de quien ejerce una función pública, van mucho más allá de las de ciudadano. Necesitamos más ciudadanos con vocación, una sociedad con vocación para lograr el éxito y el progreso de nuestra nación.

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