Opinión

Abandonando el barco

Adriana Bermúdez

Adriana Bermúdez

Creyente en que con la verdad, todo se puede. Comunicadora social, Magíster en Administración.

Quienes eran, desde distintas orillas profesionales, escuderos del presidente Petro y su plan de Gobierno, han ido convirtiéndose poco a poco, en marineros que abandonan el barco. Y, ¿quién puede culparlos? Definitivamente nadie, porque los “palazos de ciego” que dan el presidente y su equipo de trabajo, no paran de sorprender.

Para mencionar algunos: no solo hemos pasado por la creación de un Ministerio de la Igualdad que nadie sabe para qué sirve y que, además, es incapaz de ejecutar su presupuesto, quizás por qué no tiene clara su ruta de trabajo o su misión; también perdimos la sede de los Juegos Panamericanos 2027 que iban a realizarse en Barranquilla porque no se pagó el dinero necesario para asegurar la sede; sin embargo, sí es pagable un millón de pesos a colombianos y venezolanos cedulados en Colombia, para evitar que delincan. Actualmente, estamos en medio de la transformación del sistema de salud que hemos tenido en los últimos 30 años y que nos retornará al sistema que teníamos antes que, como es entendible, no funcionaba, por eso se cambió. Además, afrontamos la transformación energética, deteriorando la empresa más próspera del país, Ecopetrol, todo para poder comprarle gas y energía a Venezuela, cuyo Gobierno se ha encargado durante los últimos 25 años, de deteriorar a PDVSA.

Pero lo más curioso que ocurre en nuestra Colombia, es que el presidente siempre llega tarde, si llega, a cada compromiso que tiene. Como ocurrió nuevamente este fin de semana que acaba de concluir, cuando citó a todo su gabinete en Paipa para un cónclave y solo se presentó a la clausura, dejando el encuentro en manos de su mano derecha, la controvertida Laura Sarabia.

Ante el hecho, me queda una duda que trae otras, ¿por qué Francia Márquez, la vicepresidenta, no estaba en el lugar? ¿No debería ser ella, la segunda al mando ante la ausencia del presidente? Porque, según la Constitución, ella es quien puede “Remplazar al presidente de la República en sus faltas temporales y absolutas”. ¿Será que no fue invitada al cónclave o que su agenda era ineludible? Si lo era, ¿en qué estaba que era más importante que respaldar las funciones del presidente?

Quizá por todas estas razones y por haber apoyado con fe un proyecto que prometió que muchas cosas iban a cambiar para mejorar, personajes como Daniel Samper Ospina, Pirry, Daniel Coronell y ahora María Jimena Duzán, se desligan del Gobierno. Coronell ha seguido su labor periodística y ha denunciado la corrupción del Gobierno; Samper Ospina utiliza NotiDany en su canal de YouTube para mostrar toda la incompetencia de un estado fallido; Pirry confesó en una entrevista que Petro es decepcionante porque “ahora lo pueden ligar con muchas cosas que él mismo denunciaba cuando era congresista”; y Duzán, a través de su columna en Cambio Colombia, toma distancia de un Gobierno que ha demostrado, a todas luces, no estar preparado para gobernar.

Infortunadamente, todavía hay colombianos que creen que Petro y su plan van a cambiar, poniendo a los ciudadanos y al país, en el centro de sus objetivos. Es hora de atender a los mensajes que da el mismo Gustavo Petro, cuando deja de lado los intereses de un país camuflándolos en preocupación por los más necesitados, pero, realmente, es sólo la manera de cumplir sus objetivos. Si no me cree, revise la reforma pensional: es necesaria porque el sistema actual es inviable en Colpensiones, pero obliga a todos, principalmente a los de menos ingresos, a cotizar allí, porque eso le permite acceder a recursos para comprar votos y garantizar las elecciones de 2026, su verdadero objetivo. ¿Qué más hace para lograrlo? Crear un Ministerio de la Igualdad para darle visibilidad a los desfavorecidos, pero sin ejecución, porque su interés no es trabajar genuinamente por ellos. Además, ofrece pagar a jóvenes para que salgan de la vida delincuencial, ¿quién no votará por aquel que le da dinero sin motivo, en un país donde se vota por el que ofrece un puesto de trabajo a algún familiar?

La apuesta del Gobierno es por aquellos a quienes puede manipular, a quienes puede convencer con prácticas poco éticas, porque serán los que no le exijan mucho, al haber cubierto sus necesidades. Pero esas no eran las expectativas que tenían todos los votantes. Hubo unos que sí creían que él podía ser un cambio y, a la fecha, sólo han evidenciado su error, por eso abandonan el barco, porque no hay muestra de arrepentimiento por parte del mandatario.

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba