La falacia de los puntos invisibles en la Liga BetPlay
En la apasionante travesía de la Liga BetPlay del fútbol profesional colombiano (FPC), los puntos invisibles han sido venerados como el criterio definitivo para identificar a los equipos élite. Sin embargo, el reciente desempeño de Atlético Bucaramanga y Deportes Tolima en las dos primeras fechas de los cuadrangulares semifinales desafía esta noción arraigada.
Durante la fase de todos contra todos, tanto Atlético Bucaramanga como Deportes Tolima emergieron como titanes, acumulando puntos de manera impresionante y asegurando su lugar en los playoffs. Sin embargo, su rendimiento en los cuadrangulares ha sido decepcionante, lo que plantea interrogantes sobre la verdadera validez de los puntos invisibles como indicador de excelencia.
Este giro inesperado nos lleva a cuestionar la fiabilidad de los puntos invisibles como predictor del éxito en el FPC. ¿Por qué estos equipos, que dominaron la fase regular, están luchando ahora en las etapas cruciales del torneo? La respuesta podría residir en la incapacidad de algunos equipos para mantener su forma óptima, así como en la presión añadida de los momentos decisivos.
El fenómeno observado con Atlético Bucaramanga y Deportes Tolima, que no es exclusivo de los mismos, por el contrario es más común de lo que nos imaginamos, pone de manifiesto la necesidad de repensar nuestra dependencia de los puntos invisibles como medida exclusiva de la calidad de un equipo. Si bien acumular puntos es importante para asegurar una buena posición en la tabla, los mismos no te dan una ventaja competitiva real por ende el éxito en las etapas finales del campeonato depende de una combinación de factores, que van desde la forma física y táctica hasta la mentalidad y la determinación.
En resumen, la historia de Atlético Bucaramanga y Deportes Tolima nos enseña que los puntos invisibles no son una garantía infalible de éxito en la Liga BetPlay. Es hora de adoptar una perspectiva más amplia y reconocer que el verdadero carácter de un equipo se revela en su capacidad para enfrentar los desafíos en las etapas decisivas del torneo. El camino hacia la final no siempre es recto, pero son esos giros y vueltas los que hacen que el fútbol sea un espectáculo verdaderamente emocionante.