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Entre la razón y el corazón: Así va el caso del histórico, Danovis Banguero
Danovis Banguero, el 3er jugador con más partidos en la historia del ‘Vinotinto y Oro’ y el Deportes Tolima, abren otro capítulo de la novela que se ha escrito gracias a la desvinculación del histórico defensor Llanero del club en el que ha logrado la idolatría por parte de los hinchas, gracias a su tan recordado gol en la final vs Atlético Nacional.
Danovis Banguero Lerma, nacido en Villavicencio, Meta, el 27 de Octubre de 1989, ha sido uno de los jugadores que ha marcado uno de los pináculos de rendimiento en los 65 años de historia del Deportes Tolima. En 2 etapas (2011-2015 y 2016-2020), el ‘Hombre del Minuto 93’ ha podido mostrar su versatilidad y su liderazgo, en un proceso que ha llevado al ‘Vinotinto y Oro’ a jugar 4 finales en 5 años, en las cuales, el propio Banguero ha sido actor protagonista, especialmente, en el inolvidable 9 de Junio en el estadio Atanasio Girardot. Una vez comprados los derechos del jugador y la posterior renovación de su contrato en Junio de 2018 hasta Diciembre de 2021, suscitó un idilio entre club, hinchas y el propio jugador, convirtiéndolo también en uno de los capitanes. A la fecha, acumula 343 partidos jugados, 29 goles anotados, 2 títulos (Copa Colombia 2014 y Torneo Apertura 2018) y 24 partidos internacionales (el 2do en dicho registro en los ‘Pijaos’ detrás de Gerardo Vallejo quien tiene 34 presencias).
Llegó 2019 y con la renovación y el aumento en su salario, otorgó la motivación que se ganó a punta de fuerza y ganas, ante un panorama alentador: Final de la Súperliga, participación en la Copa Libertadores, con Liga y con Copa a bordo. Contrario a lo que se pensaba, el ‘Vinotinto y Oro’ perdió por mínimos detalles varias oportunidades históricas: La posibilidad de obtener la Súperliga que se fue como local, el paso a los 8vos de final de la Copa Libertadores y de la Copa Sudamericana, la eliminación en Semifinales de la Copa Colombia y las dolorosas eliminaciones en los Torneos Apertura y Finalización en Cuadrangulares. Quizás, la última con Atlético Júnior, fue la gota que derramó el vaso: Tras empatar 2-2 y ser eliminado nuevamente por un gol, tanto Danovis Banguero como Julián Quiñónez en la zona mixta declararon que darían un paso al costado. Tras conocerse su pronuciamiento, empezó el primer capítulo de ésta polémica historia: El Club negoció con los jugadores en cuestión para un aumento salarial, considerable a sus pretensiones según lo que se pudo conocer. Por eso el 2020 parecía ser otro año en el que se podría contar nuevamente con el ‘Hombre del Minuto 93’
El 2020 trajo la pandemia consigo y nuevamente, una eliminación por mínimos detalles de la Copa Libertadores. Hasta el momento de la pandemia, la situación contractual entre Danovis y el ‘Vinotinto y Oro’ estaba en buenos términos. Llegó el parón, los pagos de salarios en Abril y luego, el inicio de las negociaciones para el reajuste salarial en Mayo y Junio, otro motivo por el cual el histórico lateral, manifestó su descontento ante las directivas y prefirió mantenerse al margen desde Cúcuta, ciudad donde residen varios de sus familiares. Precisamente en su carta de renuncia enviada vía correo electrónico al ‘Vinotinto y Oro’ hace alusión a ésta situación: “Mi vinculación con el DEPORTES TOLIMA S.A. se formalizó mediante un CONTRATO DE TRABAJO A TÉRMINO FIJO CON SALARIO INTEGRAL y unos auxilios alimentación y vivienda. Aunado al contrato de trabajo, para remunerar mi labor como jugador de fútbol profesional, se suscribió contrato de cesión de derechos de imagen. Sobre los emolumentos recibidos en el mencionado pacto el DEPORTES TOLIMA S.A. no me realiza aportes a la seguridad social integral”. Por supuesto, el Deportes Tolima también entregó su versión de los hechos sobre el particular: “Desafortunadamente Danovis, a pesar de ser un jugador querido por nuestra institución, fue el único miembro de la plantilla que no apoyó las medidas del Club para sobrellevar los efectos de la pandemia del COVID-19. Éstas solo buscan garantizar el funcionamiento y sostenimiento de la Institución, para la conservación de la mayoría de los puestos de trabajo”.
El tema es que parte de lo que argumenta legalmente Danovis, sería la causa que equilibraría la balanza a su favor según lo estipulado por el literal 8 del Artículo 62 del Código Sustantivo del Trabajo: “Todo perjuicio causado maliciosamente por el {empleador} al trabajador en la prestación del servicio se constituye en una justa causa para la terminación de mi contrato de trabajo”, refiriéndose precisamente a la suspensión de su contrato de trabajo que a la fecha de la reclamación (10 de Julio de 2020) lleva 70 días congelado. En éste aspecto, el Deportes Tolima pudo brindar su versión de los hechos en el comunicado que circula desde ayer en la tarde en sus redes sociales: “Lamentamos que una relación laboral de tantos años llegue a éste punto, más cuando hace tan solo año y medio le compramos los derechos económicos y federativos al jugador por una cuantiosa suma. Desde la vinculación de Danovis hasta la fecha, hemos mejorado y cumplido todas sus pretensiones, buscando su bienestar y tranquilidad familiar, por lo que hacemos votos para su pronto regreso. Somos enfáticos en afirmar como ha sido costumbre, Club Deportes Tolima SA ha cumplido, cumple y cumplirá sus obligaciones laborales de manera justa y puntual”.
Si bien es cierto, ambos tendrán razones de peso para finalizar ésta relación laboral, ¿quién realmente tendrá la razón?: Danovis y sus pretensiones por aprovechar el mejor momento de su carrera para su bienestar económico (según se conoce extraoficialmente tendría su destino en el exterior y no en Clubes como Atlético Nacional y Millonarios FC) y personal o el Club Deportes Tolima esperando contar con uno de sus principales referentes en sus 65 años de historia.
¡A ésta novela, le hace falta una parte!
Excelente portal