Opinión

Felicidad incompleta

Adriana Bermúdez

Adriana Bermúdez

Creyente en que con la verdad, todo se puede. Comunicadora social, Magíster en Administración.

[/author

Todos estamos felices por el regreso a casa del papá de Luis Díaz. Pero estaríamos más felices si pudiéramos asegurar que en Colombia ya no hay ningún secuestrado, pero eso es pedir mucho… demasiado, diría yo, más, si tenemos en cuenta la actitud de este gobierno frente a este infortunado caso… Sin contar los millones de euros que se dice, Díaz pagó por la liberación de su padre. Y, si el gobierno no ha negado el pago, podemos estar seguros de que es cierto…

El secuestro de Luis Manuel Díaz evidenció que el gobierno continúa del lado de la delincuencia, disfrazando su posición de interés por los colombianos. Eso pudimos verlo con las palabras del ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, quien manifestó a los guerrilleros que no pueden seguir secuestrando para financiarse, al tiempo que advirtió a los colombianos como una sentencia “tenemos que llegar a la realidad, que si le vamos a pedir a una organización ilegal que viven de acciones ilegales que dejen de hacer esas acciones ilegales, pues hay que buscar la opción de qué van a vivir”, justificando las propuestas del gobierno de garantizar la manutención de aquellos que están en la delincuencia.

Porque desde el pasado proceso de paz con las Farc en el gobierno de Juan Manuel Santos, descubrimos que, para lograr un resultado positivo en las negociaciones, era necesario darles todas las herramientas a los guerrilleros para que se acogieran y continuaran con los diálogos, por eso muchos consideramos hoy, que es más conveniente pertenecer a algún grupo delincuencial que ser un colombiano común, porque ser delincuente garantiza indulgencia, empatía y hasta caridad.

Esa es la razón por la que el ministro del Interior dijo que “Hay que buscar una solución, de qué van a vivir”, refiriéndose a los miembros del ELN, organización que se encuentra en negociaciones con el gobierno nacional, porque esa preocupación de Velasco, parece ser la prioridad del gobierno, no los niños de la Guajira que tanto usaron en campaña y que siguen muriendo de hambre por la falta de solución a sus problemas, ni los abuelos que no lograron una pensión, ni las madres cabeza de hogar que, con su trabajo, no satisfacen las necesidades de su hogar; son los delincuentes, como los miembros de la Primera Línea a quienes les van a pagar un millón de pesos para no delinquir y, ahora, también los del ELN, aunque nadie nos ha dicho cuánto le corresponderá a cada uno, si el aporte se hará por rangos o por la cantidad de miembros de familia que sostenían y qué pasará con ellos cuando terminen las negociaciones y mientras se convierten en autosuficientes. ¿De dónde saldrá el dinero para sostenerlos? Sin dudarlo, de la reforma tributaria aprobada.

Antonio García, máximo comandante del ELN, aclaró que el secuestro no es un tema prohibido en la mesa de negociación con el gobierno que, por el contrario, los frentes tienen la orden de seguir buscando financiación. De hecho, compara a las milicias con las Fuerzas Militares, con la Policía Nacional y considera que, si estos últimos viven del presupuesto nacional, ¿por qué no puede hacerse lo mismo con el ELN mientras dura el cese al fuego?

En definitiva, la felicidad está incompleta. Nos alegramos por el regreso a casa de Mane Díaz, pero esto no parece un paso adelante para la finalización del secuestro, por el contrario, el gobierno Petro mantiene y amplifica la versión del gobierno Santos, que otorgó beneficios a los delincuentes para que estos, continuaran delinquiendo. Esperemos que nos sea como entonces, la entrega del país por la obtención de un Nobel.

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba