Los niños de Noel
Han pasado muchos años desde que los escuché por primera vez. Yo era una niña en ese entonces, y por más que intenté explicarles a mis padres lo que escuchaba y posteriormente veía, nunca quisieron creerme, porque aseguraban que mi relato hacía parte de mi imaginación infantil.
Pero, no era así, nunca lo fue, incluso ahora que se acerca la navidad y vuelven a aparecer los espantosos y aterradores niños de Noel, sigo diciendo la verdad y nadie me cree.
Quien como yo los haya visto, sabe perfectamente que no tienen rostro; nos consta que son niños por su tamaño y por sus vestimentas, pero, bien podrían ser duendes o demonios vestidos con esas prendas que resaltan sobre la blanca nieve.
Los niños de Noel son espíritus errantes que buscan atormentar a los corazones en pecado, a los que tienen una pena o simplemente a los que tenemos ese maldito don de poderlos ver.
Son engendros que se mueven en las noches de navidad y se burlan de la gente y sus rezos, al tiempo que cometen todo tipo de maldades y si se lo permites te llevan con ellos, tal como lo intentaron hacer conmigo.
Sí, aquella noche, mientras mi familia y yo celebrábamos la navidad, aparecieron; escuché los golpes en la puerta y caminé hasta la misma ya que todos estaban ocupados.
Entonces, me topé con esos seres malvados, me arrastraron por la fría nieve, pero, mis gritos fueron tan fuertes que toda mi familia y vecinos, salieron para ver qué estaba sucediendo.
Por supuesto, no encontraron nada y desde ese momento me volví la loca de la familia. Me encerraba en cada navidad y no compartía… de hecho, no comparto con nadie en estas fechar que, para mí, son de horror.
No obstante, navidad tras navidad ellos tocan a mi puerta, a mis ventanas, quieren mi alma y no van a descansar hasta obtenerla.
La navidad está cerca… si los escuchan no les abran la puerta por favor, no les abran la puerta a los horribles niños de Noel.
