No seamos payasos al comunicar
Ser audaz en las comunicaciones no equivale a convertirse en un payaso. La audacia implica valentía, innovación y determinación para romper con lo convencional y explorar nuevas formas de conectar con la ciudadanía. Sin embargo, esta audacia debe estar respaldada por la seriedad y la responsabilidad que demanda la gestión pública.
El uso excesivo de elementos humorísticos o estrategias extravagantes puede desvirtuar el mensaje y generar una percepción negativa entre los ciudadanos. La comunicación efectiva requiere equilibrio y sensatez, entendiendo que el objetivo principal es informar, educar y generar confianza en la población.
La audacia en las comunicaciones se manifiesta en la capacidad de adoptar nuevas tecnologías, explorar diferentes formatos de contenido y crear campañas innovadoras que impacten positivamente a la sociedad. Esto implica utilizar las redes sociales de manera estratégica, desarrollar contenido multimedia atractivo y promover la participación ciudadana a través de plataformas digitales.
Es fundamental que la audacia en la comunicación esté alineada con los valores y principios de quien comunica respetando siempre la institucionalidad y la seriedad que requiere la sociedad. La transparencia, la veracidad y el respeto hacia la ciudadanía deben ser pilares fundamentales en cada mensaje emitido por los generadores de contenido.
En conclusión, ser audaz en las comunicaciones implica innovar y adaptarse a los cambios del entorno digital, pero siempre manteniendo la responsabilidad y el profesionalismo que exige el servicio público. Es importante recordar que la credibilidad y la confianza se construyen a través de una comunicación coherente, transparente y respetuosa con los ciudadanos.
