Odio semana a semana
Muchos afirman que lo que tiene Dávila de Gnecco de los Gneccos corruptos de toda la vida, la misma que es directora del pasquín Revista Semala, es una obsesión por el presidente Gustavo Petro; sin embargo, con todo lo que le está pasando a su familia política y a sus jefes directos, la cosa de la obsesión no deja de ser una simple pantomima.
Claro, aprovechan todo lo que esté a su alcance para atacar al gobierno y desinformar al país. Cuando no inventan un chisme, utilizan situaciones como las guerras en otros países burlándose, de esta manera, de las víctimas de estos espantosos conflictos y también de las víctimas de nuestro país.
Por esta razón, decir que Dávila y los otros son una vergüenza, es poco, porque, estos personajes han degenerado el periodismo colombiano de una manera nunca antes imaginada.
Decir que dan nausea es poco, porque esos mal llamados periodistas, no son más que bufones que un día decidieron vender su profesión y sus vidas a los poderosos.
Por supuesto, imagino que el miedo que tienen es grande, muy, muy grande y uno hasta los entiende. Los negocios de sus familias se caen, capturan a unos y dictan órdenes contra otros. Sus carreras criminales están al descubierto y dentro de poco tendremos nueva fiscalía. Ya se podrán imaginar el golpe.
Sin embargo, debemos tener claro que nos toca seguir resistiendo todo ese bombardeo de manipulación y desinformación por más tiempo; debemos resistir el bombardeo de odio semana a semana ya que no se van a detener por nada del mundo. Claro está, que ya sabemos cómo va a terminar este cuento y no hay nada más que hacer porque… cada cosa que ocurre: ¡Es un hecho Sam!
