Opinión

Plan Nacional de Desarrollo

Ricardo Orozco Valero

Ricardo Orozco Valero

Gobernador del Tolima y Columnista Invitado

La función pública requiere multiplicidad de condiciones para desempeñarla de eficiente manera, parte de la inercia o la paquidermia que tienen los gobiernos radica en la falta de experiencia y en el conocer el funcionamiento de lo público, cuando se adolece de estas circunstancias los resultados, no serán los mejores.

En la introducción del plan reza: “El PND 2022 – 2026 es uno de los planes más democráticos de la historia. Es el resultado de un proceso participativo que recibió más de 6.500 proposiciones y cuyas bases están inspiradas en las propuestas entregadas por los más de 250.000 colombianos y colombianas que participaron en los 51 Diálogos Regionales Vinculantes​”.

Nuestro gobierno tiene una amplia preferencia por lo social, en términos de equidad, entendida esta por darle más a los que menos tienen, por volver el centro de las acciones e inversiones a los seres humanos, como se hizo desde las acciones estratégicas que emprendimos en salud, educación, pavimentación de vías de la red secundaria y otras muchas acciones que beneficiaron a los tolimenses. Por eso celebro que, el Plan Nacional de Desarrollo “Colombia Potencia Mundial de la Vida” coloque en el centro de todas las inversiones y acciones a la gente, como el mayor patrimonio del Estado Nación, que debemos construir, así como el relacionamiento respetuoso para la sana convivencia y con el medio ambiente que vivimos.

Importante para quienes aspiran a ser los gobernantes observar el Plan Nacional de Desarrollo, adecuar sus propuestas y programas de gobierno, para que en gradualidad y continuidad, construyan sus planes de desarrollo locales y regionales, como unas verdaderas herramientas eficientes de administración pública, que de manera real beneficien a los ciudadanos, siendo medibles y responsables en su ejecución y sobre todo, fomentando el control social y legal tan indispensables en la legitimización de los gobiernos y en la apropiación de las acciones por parte de los ciudadanos.

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