Un tal Alberto dijo
Vivimos en un tiempo en donde, podríamos decir, que todo debería ser mejor. Lo escribo, ya que supuestamente, nuestras vidas serían maravillosas cuando tuviésemos la oportunidad de tener tanta información con un solo clic.
Lamentablemente, este pensamiento idealista, no fue más que un pequeño pajazo mental de esos que nos solemos hacer, porque, la realidad es que: (Entre más tecnología, más ignorancia y odio hay entre las personas).
Así es, la guerra tecnológica comenzó hace mucho rato, incluso, desde aquellos días en donde pensar en crear un celular con la capacidad de conectarnos con cualquier persona alrededor del mundo, no estaba ni en los sueños del ser humano.
Sin embargo, la guerra comenzó y no se ha detenido, ahora, con fórmulas y algoritmos que parecen sacados de una película de ciencia ficción y que son capaces de lo peor. El asunto es tan brutal que, en una milésima de segundo, se puede replicar una mentira que en un abrir y cerrar de ojos se vuelve viral; y como en este siglo, la viralidad es más importante que, incluso respirar, no es raro encontrarnos ante una tarea titánica de definir lo que es y no es real.
Esta labor de investigación a la que todos estamos invitados, no es fácil. Diferenciar entre la verdad y la mentira hoy por hoy, es cosa de expertos y por si fuese poco, el asunto se puso más oscuro con la llegada de la IA (Inteligencia Artificial) con la cual, se dificulta en extremo, el saber si lo que estamos viendo sucedió, está sucediendo o simplemente es un montaje. Pero, si le sumamos a los cientos de miles de inescrupulosos que trabajan de la mano de la IA, que entre el diablo y escoja.
Tal vez por eso, no podemos creer, a ciencia cierta, que un tal Alberto dijo, en su momento, que le preocupaba que la tecnología superara a la humanidad. No obstante, si lo dijo o no, el asunto es que hemos sido superados y raro no será toparnos con un escenario postapocalíptico en donde las máquinas toman el control. De hecho, si algo así llegase a suceder, sería normal, porque… cada cosa que ocurre: ¡Es un Hecho Sam!