A subsanar los errores
Ayer, el presidente Gustavo Petro concedió una entrevista a José Manuel Acevedo de Noticias RCN, en la que dejó ver claramente, las intenciones que tiene con el país y cómo va a conseguir sus objetivos.
Acevedo le preguntó por la Constituyente y dijo, no tan entre líneas, que planea hacerla. Considera que el pueblo lo respalda y que está pidiendo cambios, por eso nos pide mirar «menos la forma que el contenido», cuando se le pregunta si la hará por decretos, porque considera que estamos en un «nudo Gordiano» y cree que, la forma de salir de éste, es cambiando la Constitución, esa misma que firmó en piedra, no cambiaría.
Frente a las EPS, dijo que se roban la plata, que no pagan a las clínicas, hospitales y médicos y que debió haberlas intervenido antes, porque ya habían infringido las normas y los indicadores lo ameritaban, pero esperaba las acciones del Congreso para una transición suave. Es curioso escucharlo decir que «las EPS que hoy sobreviven quieren la reforma», al tiempo que manifiesta que «las que peor están necesitaban urgentemente que algo las salvara, creyeron que podían burlarse (sic) del Gobierno, de la sociedad, que con tener unos amigos congresistas ya, todo era» cuando todos sabemos que él mismo no quiso salvarlas a principio de año al negarles subir el pago de la UPC del 12 al 16 %, lo que evidencia que ya tenía planes con ellas en caso de que no pasara la reforma.
Aunque el presidente es sensato al decir que «toda intervención debe ser para mejorar», las cifras que presenta la Supersalud frente a intervenciones como la de Savia Salud en Antioquia, no van en línea con lo propuesto por el Gobierno. Veamos un caso: antes de ser intervenida por el Gobierno, Savia Salud tenía 4000 quejas, después de la intervención eran más de 5000, resultados que van en contra de lo manifestado por el presidente Petro… Con esas cifras, ¿realmente tiene el Gobierno la capacidad para administrar la salud de más de 33 millones de colombianos?
Petro considera que lo importante de los errores que se presentan en el Gobierno es subsanarlos rápidamente, pero no parece muy interesado en evitarlos. ¿Será que el presidente cree que, por ejemplo, con la salida de Olmedo López de la UNGRD, se soluciona el problema de los carrotanques? ¿Cree que olvidaremos la cantidad de dinero que fue malgastado por su Gobierno, con la venia de uno de sus funcionarios? ¿Será que considera que, bajo ese precepto, se la va a pasar todo el periodo, cambiando a los funcionarios que no dan la talla con la tarea? ¿No sería mejor, hacer una selección apropiada de aquellas personas a quienes encomendará las misiones? ¿No sería más apropiado realizar el seguimiento pertinente para evitar el malgasto y la malversación de fondos?
Definitivamente, no hay sorpresas en las declaraciones del presidente. Queda claro que el plan trazado para gobernar el país se sigue al pie de la letra, porque mientras él sigue demostrando que sus principales intereses están en transformar a Colombia hacia el progresismo del siglo XXI, quienes son sus aliados continúan cumpliendo con su parte de la estrategia. Por eso, las disidencias de las FARC de Iván Mordisco, primero y ahora, la segunda Marquetalia, ponen precio a la vida de nuestros policías y militares, sin que el presidente se pronuncie de manera contundente, para rechazar las acciones que nos deterioran como país y destruyen nuestra democracia.
Confiemos en que, en algún momento, el presidente pondrá un freno a todas esas acciones que nos destruyen y nos dejan a expensas de quienes quieren ver deteriorado nuestro país.
