Historias

Anécdota viajera: ¿Por qué diablos terminé comiendo hamburguesa de pescado?

Annie Navia

Annie Navia

Arquitecta de profesión, viajera por vocación y soñadora a tiempo completo. Creo en el viajar como parte del aprendizaje sobre otras culturas. Escribo solo para recordar y compartir aquellas experiencias que enriquecen mis viajes y alimentan mi vida.

Primero que todo quiero destacar que no tengo nada en contra del Pescado, pero en ese momento no lograba aceptar que estas hamburguesas pudieran existir.

Estábamos en Paris, ciudad donde las fronteras idiomáticas son marcadas. Si les hablas en español, te miran raro; si intentas el francés, pero te equivocas en lo más mínimo, te miran raro; y si lo haces en inglés… aunque te responden, pues también te miran raro. Así que debo confesar que es un lugar donde me siento acobardada para comunicarme… así y todo eso no es un inconveniente para mí cuando se trata viajar y por eso me pasó lo que me pasó.

Habíamos estado en la mañana en un pueblo cercano a París, ya pasaba medio día y teníamos tiquetes para el Louvre, así que debíamos apresurarnos y almorzar algo antes de entrar. Para cuando salimos de la estación del metro ya teníamos mucha hambre, así que entramos a un Mac Donald´s que fue lo primero que encontramos.

Hasta el momento no habíamos tenido inconvenientes para hacernos entender, y con mis conocimientos básicos de francés nos habíamos bandeado. ¡Pero a mi memoria, o, mejor dicho, a mi sentido común se le ocurrió fallarnos en el peor momento… a la hora de COMER!

Listos para pedir, observé muy ansiosamente el menú. Tenía antojo de “casi” todo, y por cosas del destino ese día le propuse a Quique que pidiéramos hamburguesas de pollo.

Justo la de “Poulet” (pollo) estaba tachada, de lo cual no me percaté hasta mucho después. Así, que como no la encontré, identifiqué una que decía: “Filet-o-Fish”, entonces yo deduje que quería decir: Filete (pues de pollo) o Pescado. Yo pedí 2 de esas haciendo un profundo énfasis en que eran de “Filet” y no de “Fish”

¡Oh… oui, oui, me respondía la chica del mostrador!

Una vez servido, tomé mi pedido y fui a la mesa, pero de un momento a otro, algo me empezó a sonar sospechoso, y es que las hamburguesas venían en una sugestiva cajita azul marino, con una figura femenina buceando.

  • .. (exclamé), Quique: ¡las hamburguesas son de pescado!!!!

Y si que lo eran… ¡Yo no podía creerlo y recuerdo que me la tragué en tres mordiscos para que todo fuera más rápido! No es que estuviera tan perversa… pero la verdad, ¡aún no me repongo!!!!

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba