Opinión

De payasos y payasadas

Luis Carlos Rojas García

Luis Carlos Rojas García

Escritor

La real academia de la lengua española define la palabra Payaso como:

  1. adj. Dicho de una persona: Que hace reír con sus dichos o gestos. U. t. c. s. U. t. en sent. peyor.
  2. adj. C. Rica. Dicho de un artista: Ambulante y que debuta en las mojigangas enmascarado.
  3. m. y f. Artista de circo, generalmente caracterizado de modo extravagante, que hace reír con su aspecto, actos, dichos y gestos.

Dicen los que saben de esas cosas que no todos sabemos, que el primer payaso fue un enano que hacía las veces de bufón en la corte del Faraón Dadkeri-Assi, en los tiempos de la Quinta Dinastía Egipcia por allá en el 2500 antes de Cristo. Sí, los payasos, tienen sus orígenes desde hace bastante tiempo y han estado presentes en la historia de la humanidad más de lo que nos podamos llegar a imaginar.

Al principio eran parte de las altas cortes; después comenzaron a hacer piezas esenciales de la cultura popular, del arte, el teatro, de la misma literatura y años más tarde, del cine, la televisión y de la misma radio.

Por supuesto, la cultura del cine terror dio a los payasos una dinámica muy diferente, ya que pasaron del personaje que causaba hilaridad por sus caras pintadas, movimientos y disparates, a generar un verdadero trauma que, gracias a los audiovisuales de horror, se cataloga en la psicología como: Coulrofobia (miedo aterrador a los mimos o a los payasos).

A lo anterior se suma que, los payasos, han servido de inspiración a hermosos poemas como: El poema de Garrick, de Juan de Dios Peza o canciones maravillosas como Payaso en la hermosa y desaparecida voz de José José o Cara de Payaso en ritmo salsero de Fruko y Sus Tesos, Payaso de Javier Solis entre otras. Sin dejar de lado, por supuesto, a payasos como Cepillin, Krosty, el mismo payaso de McDonald´s entre otros.

No obstante, y me atrevo a decir, que hoy por hoy el payaso tierno y gracioso ha sido reemplazo por el payaso aterrador y agresivo como IT, de Stephen King y ni qué decir del Joker, personaje del universo del cómic.

Como sea, los payasos y sus payasadas causan no solo risa; tal vez por eso debo decir que quien se inventó que detrás de esa máscara se esconde cualquier cosa que no causa precisamente diversión es un verdadero maestro y no es para menos. El poder que tiene un payaso es único, primero, porque nunca sabremos a ciencia cierta quién se esconde detrás de la pintura; segundo, porque nunca sabremos qué esperar de la payasada, si risa o miedo. Además, la risa está muy ligada al miedo. Y si combinamos ese poder con el poder político, el resultado es un gobierno que apunta de payasadas causa todo tipo de males.

Así es, pueda que los payasos de las películas de terror hayan llegado a producir una fobia bien interesante, pero, los payasos de la política sobrepasan todo tipo de ficción, para la muestra el gobierno actual en Colombia o por qué no, el gobierno venezolano que tiene unos dotes histriónicos en el arte de la payasada y ni qué decir de gobiernos como los del tío Samuel que salen con cada ocurrencia o los de países como México y otros más; todos, con el viejo truco de distraer.

Pero, en la actualidad el premio a las payasadas que no causan gracia se lo lleva Iván Duque, el que dijo Uribe. Y no es cierto que su gobierno sea una auténtica payasada, aunque Duque actúe con un bufón al servicio de la corte más corrupta de todos los tiempos. No, todo, absolutamente todo, es una obra maestra para hacer de las suyas mientras el pueblo se distrae entre memes y las estupideces que supuestamente hace este cómico personaje.

Sí, aquí se están llevando al país por delante a punta de risas y, como cientos de colombianos, pese a la barbarie que viven, no tienen la capacidad de tomarse en serio cada masacre, cada violación, cada injusticia que tiene al país peor que el país vecino, el payaso y los suyos hacen de las suyas.

En resumidas cuentas, los payasos, los grandes payasos seguirán siendo parte de nuestra historia y, si lo seguimos permitiendo, los payasos políticos al estilo de Duque, seguirán con su función; al final y al cabo y como dijo el artista: “Uno no es lo que quiere sino lo que puede ser”.

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