Opinión

Dependencia del sistema de salud

Adriana Bermúdez

Adriana Bermúdez

Creyente en que con la verdad, todo se puede. Comunicadora social, Magíster en Administración.

¡Y se acerca el día! Aunque el Gobierno Petro ha intentado, por todos los medios, decir que su interés no es acabar con las EPS a través de una “crisis explícita” que permita que la gente entienda que quiere el cambio, como la manifestó la exministra de Salud, Carolina Corcho, al principio de su gestión, la realidad que vive la salud del país, es otra.

Tres EPS, Compensar, Sanitas y Sura, enviaron una carta firmada por sus gerentes al ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, en la que exponen problemas financieros que les impedirán funcionar desde el mes de septiembre. Según manifestaron, el gobierno nacional adeuda a Sanitas $870.871 millones, a Sura $568.638 millones y a Compensar $204.206 millones, valores cuya ausencia podría ahogarlas y afectar a 13 millones de colombianos, objetivo planteado por la exministra Corcho para lograr el cambio que querían.

Estos valores proceden de la deuda en el histórico por los servicios que no están incluidos en la cobertura de las EPS; de los valores adicionales de los presupuestos máximos asignados a los presupuestos de las EPS para pagar los servicios no incluidos en la cobertura; de las atenciones Covid que quedaron pendientes para pago desde julio de 2022 y de la insuficiencia de la Unidad de Pago por Capitación, UPC, al parecer, por culpa de un mal cálculo que hizo el gobierno.

Y es que, el objetivo del Gobierno Petro, es hacer que las EPS dejen de funcionar para poder entrar como el gran salvador a solucionar el problema. La pregunta del millón es: ¿Tiene el gobierno la capacidad para manejar la salud? La respuesta, claramente, es no, porque para nadie es un secreto que el Estado nunca ha sido un buen administrador y, este Gobierno, ha demostrado no ser la excepción. Si no me cree, piense en los $7 millones que gana el profesor de baile de la Casa de Nariño, en el costo del helicóptero de la vicepresidenta, en el valor de las cobijas con plumas de ganso que se adquirieron para Palacio y para la casa de la vicepresidenta en Bogotá. Analice todas esas inversiones y el beneficio que significan para usted o para mí, ciudadanos de a pie a quienes solo nos interesa que nuestro país funcione correctamente para que salga adelante, en qué nos benefician esos gastos, allí se dará cuenta que el tema es más complejo de lo que parece.

También, valdría la pena preguntarnos si el Gobierno Petro está preparado para asumir ese reto que anda buscando. Porque, por lo menos yo, no he visto la primera actuación y, mucho menos, el primer logro del Ministerio de la Igualdad y ese, era un objetivo que tenía claro desde la campaña presidencial y que ya pudo comenzar a ejecutar. El manejo de la salud todavía está en veremos, pero ¿tienen el ministro recién llegado y el presidente, claro, cómo van a lograr el objetivo de administrar la salud de todo un país? Porque el reto es demasiado grande y comprometedor, si se tiene en cuenta que solo 2 de cada 100 colombianos cuenta con la posibilidad de pagar por una póliza de salud o una medicina prepagada, lo que hace que 98 de cada 100, dependan enteramente, de la atención ofrecida por las EPS.

Es necesario que el gobierno considere seriamente, cómo va a manejar la salud para lograr la eficiencia, porque los palazos de ciego que está dando, no sólo dejarán sin negocio a unos cuantos, que es lo que tanto le incomoda, también dejará a muchos sin empleo y a varios millones sin la posibilidad de recibir una atención eficiente en salud, lo que, en muchas ocasiones, ha permitido salvar una vida.

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