En el paraíso no está quedando para eso
Un gran número de personas se molestan cuando tocamos temas como la compleja situación que atraviesa en estos momentos Canadá o el paraíso que llaman. Se molestan, porque, es mejor vivir de apariencias que afrontar la realidad.
Así es, la situación de este país ha cambiado drásticamente y hacerse el de la vista gorda no es una buena recomendación ya que, de una u otra manera todos nos estamos viendo afectados. Por tal razón, y aunque muchos insisten en culpar a la pandemia y ahora a los inmigrantes de la aguda problemática que se vive, la verdad es que todo esto no es más que el resultado de malas decisiones que se vienen tomando desde hace aproximadamente 10 o 15 años atrás, cuando se comenzó a percibir que algo no andaba muy bien.
Entonces, como si se tratase de una ilusión, los tiempos en donde Canadá ostentaba ser el mejor lugar para vivir, con una calidad de vida inigualable y una estabilidad económica única para sus ciudadanos, han quedado atrás.
Hoy en día, no es un secreto que la criminalidad ha aumentado, aunque de eso poco o nada se hable; tampoco es un secreto la falta de oportunidades, el desempleo, el aumento del trabajo informal, los altos costos de la canasta familiar, la degradación de cientos de ciudadanos por el consumo de drogas, ni hablar del racismo que se promueve, incluso por parte de los primeros ministros de las mismas regiones y del país, y qué me dicen del tema de la vivienda y la precaria salud.
Para completar de oscurecer la situación y no precisamente por el clima, muchas personas están en condición de calle, duermen en carpas en los parques y cuando llega el invierno las cosas se ponen peor, porque, deben buscar en dónde protegerse del frío.
A lo anterior se suma, un numero bastante considerable de personas que están viviendo en sus carros o los que tienen que arrendar una cama por horas para poder dormir.
Recuerdo entonces que, hasta hace un tiempo, veíamos a estos denominados YouTubers, muchos de ellos famosos, diciendo todo tipo de barbaridades sobre lo magnifico que era vivir aquí y brindando desinformación a diestra y siniestra, todo para obtener un Like.
Muchos de ellos se aliaron, incluso, con esos buitres que juegan con los sueños de las personas de vivir en el extranjero y los más osados, hasta montaron sus propias agencias dizque: “para ayudar a las personas a venir al paraíso”.
Pero, todo eso cambió, porque, ya nadie les cree; de hecho, algunos se han ido del país y otros tantos han tenido que cambiar sus discursos en la medida que más y más personas hablan sobre la mala situación que se vive esta tierra fría.
Y mientras todo esto sucede, el gobierno culpa a los inmigrantes que, paradójicamente, el mismo gobierno trajo, porque, los necesitaban para que la economía siguiera su curso. Además, mientras la problemática de vivienda se sale de control, el gobierno invierte miles de millones de dólares en la guerra; dinero de nuestros impuestos ¡Por supuesto!
Como sea, en el paraíso no está quedando para eso, o sea, para vivir como dicen que se solía vivir. Entre tarjetas de crédito y precios elevados de la gasolina; entre arriendos por las nubes y compras de vivienda casi imposibles y una canasta familiar que se reduce cada vez más mientras aumenta su precio, los ciudadanos de este lugar luchamos por sobrevivir, aunque la publicidad y los que viven del negocio de traer gente, digan lo contrario.
En resumidas cuentas, el panorama actual de este país nos invita a revisar a profundidad lo que está pasando; nos invita además a trabajar por cambiar cientos de prácticas que se pueden convertir en un problema mayor y, sobre todo, nos invita a dejar de pensar que esto es tierra de nadie y que es asunto del gobierno, cuando en realidad nos compete a todos. De lo contrario, no será rato ver al paraíso dentro poco convertido en una tierra de y para mortales, porque, cada cosa que ocurre: ¡Es un hecho Sam!