El cambio no fue en primera
Los resultados de las elecciones en Colombia nos sorprenden a algunos, pero dejan claro que lo que buscan los colombianos es un cambio. Y lo entiendo, porque los resultados que hemos tenido, sobre todo en el periodo de Iván Duque a quien le tocó lidiar con una pandemia y un ‘estallido social’, no han sido los esperados; sin embargo, sí quiero invitar a aquellos que quieren un cambio que no fue en la primera vuelta, a que reflexionen sobre qué es lo que debe cambiar. Pensemos en Venezuela, Ecuador, Perú, Chile, países que querían un cambio y hoy se encuentran padeciendo las consecuencias de escoger el modelo equivocado para hacerlo.
Recordemos a Venezuela, país que en los 80 y 90 era el lugar que todos veíamos como el modelo a seguir por su prosperidad y estabilidad económica, gracias a su único gran producto: el petróleo. Infortunadamente, en 1999 los venezolanos creyeron en las propuestas de Hugo Chávez Frías, quien era un militar condenado por haber perpetrado un golpe de estado contra Carlos Andrés Pérez y cuya condena fue sobreseída por Rafael Caldera dos años después. Chávez Frías llegó al poder, convocó a una constituyente y, amparado en ella y en los ingresos petroleros de la década de 2000, creó la “Revolución Bolivariana”, que consistió en nacionalizar industrias estratégicas, crear Consejos Comunales e implementar Misiones Bolivarianas, que eran programas sociales como el Plan Bolívar 2000, que llevaba medicinas y alimentos a las casas de los venezolanos. Pero algunos de estos programas fueron objeto de investigación, acusados por una red de corrupción; además, el control a los precios y el gasto excesivo e insostenible, hicieron que la pobreza, la inflación y la escasez se incrementaran en el país vecino. Durante el gobierno de Hugo Chávez, Venezuela retrocedió como democracia liberal, se censuró a la prensa, modificaron las leyes electorales y se arrestaron y/o exiliaron a críticos del gobierno. Y todo esto tuvo 14 años de comienzo, porque ante la enfermedad y muerte de Chávez, Nicolás Maduro continúo con el proceso y, en 20 años, Venezuela tocó fondo.
En cambio, en Colombia, donde nos quejamos a diario de los políticos que tenemos, los cuales, claramente no son los mejores y dejan su idoneidad a prueba en cada paso, hemos estado durante toda la vida, más de 50 años, quejándonos de lo mismo, pero aún vivimos en un país lleno de oportunidades, donde todos los días encontramos personas que comienzan negocios que con esfuerzo y dedicación se convierten en prósperos, familias que se forman alrededor del sueño de crecer en cantidad de miembros y calidad de vida, empresas que deciden expandirse con el ánimo de ofrecer más empleo y mayores garantías para los colombianos.
Lo que quiero decir es que lo que debemos cambiar no es el modelo económico que tenemos que, con todas las dificultades que afrontamos aún nos permite vivir en libertad, lo que debemos cambiar son las personas que lo aplican y desarrollan, por eso es tan necesario el verdadero final de la corrupción y es allí donde TODOS debemos entrar, haciendo parte de aquellos que votan a consciencia, que no ofrecen sobornos para obtener resultados, que no piden sobornos para hacer correctamente su trabajo, que no enseñan a los hijos a llevar regalos al profesor para que cambien las notas, que denuncian la corrupción cuando la ven, ese es el verdadero cambio en el que todos debemos trabajar desde ya para lograr tener un país mejor.