Opinión

La complejidad del futuro del hoy

Juan Manuel Díaz

Juan Manuel Díaz

Comunicador Social – Periodista; Especialista en Derechos Humanos y Competencias Ciudadanas de la Universidad del Tolima.

El ser humano es complejo y está en constante evolución. Recuerdo que quienes nacimos en la década de los 90, crecimos viendo los Supersónicos, un programa de televisión futurista y que nos pronosticó el futuro sin vivirlo. Las máquinas dispensadoras de comida, los despertadores que hablan, los medios digitales, las pantallas planas, entre otros elementos que en la década del 2000 o incluso antes se hicieron realidad.
Hoy en día, la sociedad de consumo, el capitalismo, y la tecnología, nos han vendido un estilo de vida acorde a unas necesidades parecidas a las de las supersónicos, y que estamos viviendo con las redes sociales y dispositivos como Iphone, Ipad, Alexa, Google Home, entre otros.
Actualmente los jóvenes no llevan libros o enciclopedias al colegio, sino celulares o tabletas. Ya no consultan bibliotecas, ni hacen trabajo de investigación, porque «San Google» resuelve todo. Con ello no quiero decir que esto sea malo. De hecho, la tecnología debería ser usada para aprender en las aulas de clase, pero no de la forma en que sucede en estos tiempos donde reina el copy-paste, la superficialidad del conocimiento, y la precariedad académica.
Desafortunadamente la inteligencia artificial está desplazando las actividades cotidianas del ser humano, necesarias para el desarrollo psicosocial e incluso motriz de las personas. Justamente ayer, en el portal de noticias de EL TIEMPO, se publicó un artículo en el que se mencionan los empleos que se perderían en el futuro cercano por cuenta de la robótica y los algoritmos. El periodismo, la educación superior, las finanzas, el diseño gráfico, entre otros, hacen parte de la «lista negra». De hecho, esto ya se sucedió en 2020, cuando unos 50 periodistas en Estados Unidos y Reino Unido fueron reemplazados por algoritmos de inteligencia artificial en Microsoft.
Al igual que el mal uso del desarrollo tecnológico y la extrema dependencia de la tecnología, especialmente en los jóvenes que ya no solo se conocen por redes, sino que también tienen sexo virtual, y pierden horas de sueño y de vida pegados al smartphone; hay otro factor que quiero poner sobre la mesa como motivo de análisis en esta pequeña reflexión, y es la equivocada humanización de las mascotas.
Aunque respeto a quienes por ejemplo se abstienen de tener hijos, justamente porque ven el mundo con preocupación para tener hijos, el querer reemplazar a los bebés humanos con bebés cachorros, puede convertirse en un acto de crueldad y maltrato. Hay personas que duermen con sus perros, los llevan a la misa, al funeral, los bañan, los maquillan, y hasta los ridiculizan. Estoy absoluto convencido que es equivocado darle trato humano a un ser irracional como los animales, y me hace pensar en que ese avance tecnológico del que hablamos al inicio, permita pensar en querer darle un suprapoder a los animales que incluso nos supere.
La sociedad avanza, y aunque pareciera que cada día tenemos más facilidades, el mundo cambia y esos cambios asustan demasiado. ¿Nos gobernarán en un futuro los robots y los perros ultradesarrollados? Ambas cosas, aunque dignas del libreto de una película de Spielberg, parecieran vislumbrarnos una realidad medio aterradora, digna de la complejidad y la ignorancia del ser humano.

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