Opinión

La herencia

Luis Carlos Rojas García

Luis Carlos Rojas García

Escritor

Interior/Estudio/día

Vemos al Padrino sentado en su imponente sillón. Lleva puesto un traje oscuro. Sobre su regazo un gato angora. El padrino lo acaricia mientras observa la enorme habitación que es iluminada única y exclusivamente con la luz de una lámpara antigua. El padrino mira complaciente los cuadros que están colgados en la pared de la sala. Vemos en cada cuadro imágenes de distintos hombres, se trata de todo el linaje del Padrino. El Padrino observa complacido los cuadros y su mirada se detiene al llegar a la pintura en lienzo en donde está su imagen. El padrino hace un ademán de sorpresa, como hubiese descubierto algo. En ese momento es interrumpido por uno de sus empleados.

Empleado

(Con voz temblorosa)

¡Señor! Han llegado el señor de la prensa ¿Quiere que lo haga pasar?

El padrino

(Voz pausada)

¡Por supuesto hijito! Dígale que pase.

El empleado sale sigilosamente y al instante entra el periodista.

Periodista

(Besando el anillo en el dedo meñique de la mano derecha del padrino)

¡Padrino buenos días! ¿Cómo ha estado?

Padrino

¡Bien hijito! Toma asiento y cuéntame ¿Cómo va la campaña?

Periodista

Pues ya comenzamos con la campaña de desprestigio de su parte

contra el Puerco. Nos sirvió mucho sus declaraciones en el periódico español.

El padrino sonríe.

Periodista

(con todo de duda)

Pero ¿Está seguro que Puerco no se molestará?

Padrino

(Dejando caer al gato y con voz fuerte)

¿Está dudando de mi proceder amigo periodista?

Periodista

(Con voz de angustia)

No, no padrino cómo se le ocurre.

Padrino

(se levanta del sillón y camina por toda la sala)

El país necesita un nuevo líder, alguien como mi hijo.

Todo lo que hago lo hago porque amo a mi país.

Periodista

(Voz entre cortada y respirando agitado)

¡Así es padrino! Lo que… lo que usted ha hecho por el país

no lo ha hecho nadie. Y… y quién mejor que su hijo

Para que gobierne.

Padrino

(voz calmada y volviendo a su sillón)

Tiene razón amigo periodista.

Esa es la herencia que le voy a dejar a nuestro país.

Por ahora, ustedes hagan lo suyo, el Puerco ya sabe

cómo son las cosas y cuál era y cuál es su papel en esto.

Haga su trabajo y le aseguro que será bien recompensado.

Termina la escena

(Funde a negro)

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