No es el momento de señalar culpables

Colombia es un país donde las oportunidades se han quedado en manos de unos pocos. Pero no es el momento de señalar culpables; es el momento de encontrar alternativas.
Es el momento de reconocer el potencial natural, humano y geopolítico del país, y de desarrollarlo.
De desarrollo para cuidar bien a todos nuestros niños; para que todos ellos puedan descubrir y desarrollar sus talentos, y ponerlos al servicio de sus comunidades. Para que se conviertan en jóvenes y adultos saludables, con vidas interesantes y productivas, y en su vejez tengan vidas dignas.
Para ello, los hogares y los colegios tienen que ser espacios reales de cuidado y desarrollo de la vida humana. Donde cada niño pueda explorar y desarrollar sus competencias, así como las posibilidades y condiciones del medio que lo rodea y en el que crece.
Es el momento de que las regiones de Colombia sean prósperas, pacíficas y vibrantes; de que las fronteras del país con el atlántico y el pacífico conecten su riqueza amazónica, andina y caribeña con el resto del mundo y dejen de ser corredores para el crimen.
Es el momento de ser el país rico que somos y no el país pobre que hemos pretendido ser, donde unos pocos se reparten las escasas oportunidades que hemos creado.