Piña para la niña
Lo que voy a decir a continuación, lo digo porque es irremediablemente lógico:
¡La historia colombiana le cobrará a la doña de Gnecco todas sus mentiras y fechorías!
No hay duda, este personaje se ha encargado, literalmente, de prostituir al periodismo colombiano y a su lado van otros que no pienso mencionar.
Ahora bien, lo sucedido recientemente es una muestra de lo enferma que está la activista Vicky Dávila de Gnecco, de los Gnecco corruptos de toda la vida.
Me refiero a sus espantosos ataques contra el periodista Daniel Coronell, quien, en su momento, le tendió la mano, pero, así paga el desagradecido con el que más le ayuda.
Lo más irónico del asunto es que, en ningún momento, Coronell nombro a Dávila y mucho menos a su pasquín; pero, como dice la frase popular (al que le caiga el guante…) y fue precisamente lo que pasó con esta degradación del periodismo.
Desde la publicación de la columna de opinión de Coronell https://cambiocolombia.com/los-danieles/sensacionalismo
Dávila enloqueció y enloqueció porque Daniel Coronell expone algo que es muy real, lo que hacen en el pasquín de SEMALA y el trabajo de la doña de Gnecco, no es más que una búsqueda desesperada primero, por estropear al gobierno Petro y favorecer a los dueños del país y segundo, un afán enfermo por figurar como número uno, cuando no lo son.
Por supuesto, todavía hay muchos colombianos, dentro y fuera del país, que siguen creyendo en todas las mentiras que esta gente inventa a diario y hasta los chismes que convierten en noticias de última hora, como decir que el presidente y su familia estaban en Disney en un avión de la Fuerza Aérea y así con todo lo demás.
En fin, la historia colombiana se la va a cobrar, aunque por ahora sólo hay piña para la niña, pero, igual se las va a cobrar, así como se la cobrará a los Duque, los Uribe y los demás porque… cada cosa que ocurre: ¡Es un hecho Sam!
