Opinión

Retos, los medios en pospandemia (I)

Nelson Germán Sánchez Pérez -Gersan-

Nelson Germán Sánchez Pérez -Gersan-

Ni el mundo ni Colombia ha entrado aún en la etapa de la pospandemia y así lo demuestran las medidas recientes adoptadas en países como Francia, Alemania, Inglaterra, Rusia o EEUU, donde vuelven a exigir mascarillas en lugares públicos, confinamientos selectivos y otras restricciones. Los estudios más alentadores en el mundo señalan el año 2022 como el del inicio de la pospandemia. Una realidad a la cual, sí o sí, debemos adaptarnos.

Los medios de comunicación y el oficio periodístico no serán ajenos a esa nueva normalidad en su labor, rutinas, exigencias y renovación estructural para mantenerse vigentes o abiertos. Precisamente, una mirada especializada a esos retos que se vienen fue la realizada en el SIPconnect 2021 –encuentro con expertos convocado por la Sociedad Interamericana de Prensa- y llevado a cabo la semana anterior, del cual pudimos participar.

Ese reinicio pospandemia de los medios de comunicación, según los estudios realizados por expertos, algunos de ellos de la Universidad de Austin (Texas) y expuestos por el maestro investigador Rosental Alves, por el Centro Knight para el Periodismo de las Américas y por varios centros de investigación del mundo, presentaron lo que se impondrá en el ecosistema digital, que no debe pasarse por alto y sí tenerse muy presente.

En primer lugar y como ya se dijo, se tratará de una nueva normalidad y no de un regreso a la anterior, ya que se asumirá el Covid 19 como una infección permanente y no como alerta sanitaria en sí misma.

La certeza de que el trabajo remoto también funciona para el periodismo no quiere decir que se acaban las salas de redacción, pero sí que se reconfiguran entre lo remoto y lo presencial. Es más, muchos periódicos y medios cerraron ya sus oficinas y crearon espacios pequeños para reuniones específicas, así como ya algunos no tendrán redacciones como las que conocemos hoy. Se mantendrá, en el caso de los impresos, el espacio para la rotativa. Incluso, el próximo septiembre, varios de los más reconocidos periódicos de NY retornarán a pequeñas oficinas y otros continuarán con trabajo desde casa.

Entraremos a un escenario más diverso y saturado; de la era de los medios de masa a la era de la masa de medios, por el estallido de la proliferación digital. Los medios personales y lucrativos se reforzarán. Reconocidos editores y periodistas, así como nuevos emprendedores mediáticos, solo con su propia marca ganarán más que lo que harían en un medio como empleados. El periodismo independiente, alternativo y de nativos digitales plenos se continuará extendiendo y ampliando en esa diversidad del ecosistema mediático 2022.

Habrá una visibilización de medios sin fines de lucro, pero que sí recibirá dotaciones, donaciones de fundaciones, tendrán o buscarán mecenas y padrinos financieros, y apostarán por crear membresías de sí mismos para una mejor experiencia de los usuarios y de su relacionamiento personal con su público.

Continuará la guerra entre periodismo y falso periodismo (fake news), así como los ataques a la labor periodística de parte de la ola de populismo político -de todos el espectros políticos- seguirá en aumento vendiendo la idea de que el periodismo es el enemigo del pueblo; se acentuarán las conspiraciones contra la democracia y la prensa libre por los regímenes autoritarios. Por lo tal, medios y periodistas deben adoptar posiciones más proactivas frente a esos ataques y señalamientos, responderlos, defenderse de ellos, desnudar las intenciones y no solo contestar genéricamente para una falsa neutralidad. Será una nueva y titánica tarea.

Precisamente por ello, el 2022, será un buen momento para hacer “alfabetización periodística”, es decir, que la gente sepa qué es el periodismo, explicar lo que se hace, cómo se hace, para qué se hace, qué metodología se usa, la importancia de la actividad para preservar las libertades individuales y colectivas frente a los abusos de los poderosos. No se puede olvidar que los líderes atacan el periodismo por considerarlo un intermediario incómodo, un filtro con la sociedad y no quieren mediadores molestos para el usufructo del poder; en resumen, en esa era de pospandemia el periodismo debe llevar a audiencias y lectores más y mejores informaciones sobre lo que se hace y por qué lo hace.

PRIMERA PARTE…continuará

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