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Un mensaje para los “Clasiqueros”
Señor Clasiquero:
Comprendo que esté emocionado de que el Tolima nuevamente esté cerca de disputar una final. Entiendo también que esté ansioso por conseguir una boleta y llegar al estadio a primera hora para apartar toda una fila para sus amigos, quienes llegarán sobre el tiempo. Comprendemos también que, obviamente, es su dinero y vivirá a su modo la estadía en el estadio.
Probablemente se enoje con quienes se levantan de sus puestos para alentar al equipo. Quizás le salga del alma gritarle cosas negativas a los jugadores que erraron una jugada, y, Dios no lo quiera, si llegaramos a quedar por fuera de la final, es casi seguro que dirá a los suyos: “por aquí no volvemos de nuevo, otra vez nos ilusionaron para nada”. Pero sabemos que no será así, que sí volverá, en estas mismas instancias o contra equipos importantes que vengan a Ibagué.
Exigirle que viva la pasión como lo hace un hincha fiel no es el caso. Nuevamente, comprendo que pagó un precio para vivir la experiencia a su manera. Sin embargo, sería muy positivo que en algún momento del partido levante la voz en apoyo a su equipo. Una diferencia de ir a la cancha a ir al cine, es que en el cine por más que se emocione no va a cambiar la trama de la película, en cambio en el estadio usted sí puede ser protagonista, e incluso lograr que con su aliento se nos dé el marcador que soñamos.
Me encantaría que estuviera en las buenas y en las malas, pero eso es decisión suya. Ojalá un día le nazca abonarse porque simplemente quiere ver a su equipo sin importar si sale o no campeón. Le aseguro que cuando eso suceda, verá que es diferente cuando siente que el fútbol premia la incondicionalidad. No tiene gracia subirse al bus cuando ya se llegó al destino.
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