Opinión

¿Es la Democracia la peor forma de gobierno?

Sandra Liliana Pinto Camacho

Sandra Liliana Pinto Camacho

Ingeniera Industrial PUJ & Administradora Hotelera AH&LA

El “sueño americano” ha representado por muchos años el anhelo de los jóvenes de los países latinoamericanos, muchos de los cuales, legal o ilegalmente, han intentado cruzar la frontera hacia la libertad que representa esta democracia norteamericana. “Democracia”, cierto, pero según los lineamientos dados por Platón en su libro “República” publicada en el año 370 a.C. en Roma.

En esta obra clásica, Platón representa la figura mítica de Sócrates para discernir sobre distintos temas en “conversaciones” con sus amigos y familiares, dedicando su libro XVIII a responder la pregunta de ¿cuál es la mejor forma de gobernar un Estado?

“En un Estado democrático oirás decir por todas partes que la libertad es el más precioso de los bienes, y que por esta razón todo hombre que haya nacido libre fijará en él su residencia antes que en ningún otro punto.”

Y es que la libertad en tiempos de Platón era lo mismo que ser obediente; y, ser obediente era un oficio oneroso que a su vez era también honroso. Tan valiosa era considerada la libertad, que se vendían en el mercado de esclavos a todos los ciudadanos, cobardes e insensibles que bajo cualquier pretexto no prestaran el servicio militar, bajo la sentencia de que “no es libre el que rehúsa exponerse al peligro para defender la libertad de su Patria”.

Plantea Platón que en la democracia la libertad se extiende a todo: “si los gobernantes no son complacientes, dándoles toda la libertad que quieren (los ciudadanos), son acusados y castigados, so pretexto de que son traidores que aspiran a la oligarquía… Los padres se acostumbran a tratar a sus hijos como a sus iguales y, si cabe, a temerles; estos a igualarse con sus padres, a no tenerles ni temor ni respeto, para gozar de completa libertad… los maestros temen y adulan a sus discípulos; éstos se burlan de sus maestros y de sus ayos[1]. En general, los jóvenes quieren igualarse con los viejos y pelearse con ellos, ya de palabra, ya de hecho. Los viejos, a su vez, condescendiendo con los jóvenes, se llenan de humor y jocosidad para imitar sus maneras, temiendo pasar por personas de carácter altanero y despótico.”

Y ¿Qué resulta de este “exceso de libertad” -que pareciera no darse solamente en tiempos de platón-? que los ciudadanos llegarán al punto de rebelarse e insurreccionarse a la menor apariencia de coacción hasta no hacer caso de las leyes, escritas o no escritas, para no tener así ningún “señor”.

En Estados Unidos no ha sido poco el costo que los ciudadanos han debido pagar por su democracia llevada al extremo en lo que respecta, por ejemplo, a la libertad en el uso de los elementos de bioseguridad en medio de la pandemia o el no cierre de los sitios de mayor afluencia de público en los cuales ni siquiera se respetaba el distanciamiento para evitar el contagio.

https://www.worldometers.info/coronavirus/

“Es natural que la tiranía tenga su origen en el gobierno popular; es decir, que a la libertad más completa e ilimitada suceda el despotismo más absoluto e intolerable.”

Hoy en día, los norteamericanos han tenido que enterrar a más de 500.000 conciudadanos, más del doble del resto de los países; padres, abuelos, hermanos, esposos o amigos de muchos más, que deberán superar el duelo preguntándose si ¿no hubiera sido mejor que alguien con carácter más “tiránico” hubiera impuesto la obligación de los cierres de los establecimientos comerciales o del uso del tapabocas en lugares públicos?

Ha sido la falsa sensación de que “podemos hacer lo que queremos” lo que nos llevó a que los contagios en diciembre se acrecentaran, reportándose en enero el segundo y más fatal pico de la pandemia también en la democracia colombiana.

Y fue allí, en el momento de “la libertad más completa e ilimitada” cuando surgieron figuras como los alcaldes de muchos de los municipios del país quienes con carácter “tiránico” nos obligaran a encerrarnos por quincenas manteniéndonos con toques de queda por localidades, coartando todas las libertades de las que se precia la democracia.

El pico cedió; los números de fallecidos disminuyeron y las medidas se han comenzado a levantar poco a poco.  Aunque, de acuerdo con Platón y con las cifras de fallecidos durante la pandemia, han sido los líderes “tiránicos” quienes mejor han manejado la pandemia actual, considero que no es necesario llegar a este indeseable extremo para tomar las decisiones adecuadas en el momento oportuno para salvaguardar el bien supremo de la vida, sin embargo, me pregunto, ¿es la democracia la peor forma de gobierno?

[1] Persona que se encargaba del cuidado y la educación de los niños, en las casas acomodadas.

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