La paja de Milei
La Comunicación Social tradicional y su periodismo van para el caño y están en vía de extinción, de eso no hay duda; por tal razón, son muy pocos los medios o periodistas que me permito ver, primero, porque, no quiero atrofiar mi mente con toda la basura que ofrecen; segundo, porque, prefiero evitar el malestar que producen con sólo escucharlos; y no me refiero a los mal llamados periodistas de Colombia ya que, en todo el mundo, hay réplicas de estos vástagos sin gloria de la comunicación.
En este orden de ideas, hay un medio que veo con frecuencia, el cual lleva como nombre (La Base) de Canal Red, y es presentado por un grupo de comunicadores muy profesionales y, sobre todo, muy serios a la hora de brindarnos cualquier tipo de información, cuyos nombres son (Pablo Iglesias Turrión, Inna Afinogenova, Sara Serrano, Manu Levín).
Pues bien, durante uno de sus espacios hicieron una nota sobre un discurso que dio el libertario presidente de Argentina, el impresentable Javier Milei, la adoración de ciertos personajes, muy ignorantes ellos, de Colombia y quienes sueñan con seguir los pasos de este seudo león que ruge todo tipo de sandeces sin siquiera sonrojarse.
Resulta que, durante una reunión de la IAEF (Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas) el lenguaraz Milei, en medio de su diatriba chocarrera y llena de paja, se encarnizó como suele hacerlo y ante la mirada atónita, pero, cómplice del público, comenzó a hacer señas como si se estuviese masturbando.
“Puedo ser un anarcocapitalista que está al frente del Estado y ser como el topo que viene a romperlo desde adentro. O acaso qué creen que es haber bajado el gasto público un 30 por ciento”.
Fueron las palabras del obsceno Milei, antes de sacar su mano por un lado del atril en donde hablaba y hacer señales grotescas, con un ademan de sadismo y una sonrisa perversa.
Me preguntó entonces: ¿Qué pasaría si el presidente Gustavo Petro hiciera algo así? Bueno, creo que ya todos sabemos la respuesta. Afortunadamente, la decencia no pelea contra nadie.
Por supuesto, los medios argentinos que también lavan caras con agüita y con jabón como es la moda que no incomoda, guardaron silencio y en su lugar, publicaron en sus medios la fortaleza del aberrante león que, como ya lo dije, sólo ruge necedades.
Para rematar el grotesco circo que Milei ha montado, no sólo en su país, sino en países como Colombia en donde muchos políticos corruptos le apuestan a seguir sus “dizque” enseñanzas, llegó el discurso de la ONU.
Allí, una vez más Milei demostró que es una verdadera vergüenza, que pretender copiar algo de lo que dice es totalmente ridículo y que, si Iván Duque fue un desastre como presidente en Colombia, Milei como presidente de una argentina que desconocemos, en tan poco tiempo, lo ha superado y con mucha ventaja. De hecho, me atrevo a decir que está por encima de Chávez y del mismo Maduro, quienes no necesitan presentación.
En resumidas cuentas, Milei seguirá haciendo sus pajas sobre el pueblo argentino y si los colombianos no nos ponemos las pilas, no será raro ver a una bárbara imitadora del mismo haciendo sus propias pajas sobre el país porque…. Cada cosa que ocurre: ¡Es un hecho Sam!