Opinión

La salida de Bolívar

Adriana Bermúdez

Adriana Bermúdez

Creyente en que con la verdad, todo se puede. Comunicadora social, Magíster en Administración.

El pasado 31 de diciembre, el hoy exsenador Gustavo Bolívar, renunció a su curul en el Senado. Esta noticia, aunque se veía venir porque Bolívar había anunciado días antes que su salario como congresista no le alcanzaba, lo que al parecer solo descubrió durante 2022 aunque ocupaba esta curul desde 2018, ha tenido gran impacto en todo el país, básicamente porque el petrismo pierde en el Senado, no solo a uno de sus principales, sino al que parecía ser su más fiel escudero.

Gustavo Bolívar fue quien respaldó a la llamada Primera línea en el infortunado Paro del año anterior, nutriéndola con equipo para continuar su lucha, cuando pudo haber buscado acercarse a ellos para hallar puntos de encuentro y comenzar desde allí, lo que el gobierno actual llamaría «la paz total». Este comportamiento del ya exsenador, lo pone a uno a pensar ¿Será que dicha acción llamada «la paz total», solo sería válida si se impulsaba como parte de una estrategia de gobierno y no quizás, como un proyecto de la oposición para ayudar a construir un mejor país? Pero eso se lo preguntaremos al escritor y guionista después, algún día.

Sin embargo, el exsenador Bolívar a través de un trino, ha dejado abierta la posibilidad para aspirar a la Alcaldía de Bogotá, seguramente para las elecciones del año en curso, lo que lo hace a uno pensar: Si los casi 40 millones de pesos que ganaba como senador no eran suficientes, ¿cómo pueden llegar a serlo los cerca de 20 millones de pesos que ganaría como alcalde de Bogotá? ¿O planea hacerse elegir para, igual que en esta oportunidad, dejar a sus electores colgados sin terminar su periodo y cambiarlo por una nueva novela? Porque las obligaciones económicas de Bolívar y de cualquiera que aspire a un cargo de elección popular, están definidas antes de proponer su candidatura, lo que hace que no tenga sentido que después de ser elegido, se percate de que los ingresos percibidos no son suficientes.

Las acciones de Gustavo Bolívar y las declaraciones que ha entregado a medios de comunicación como Semana durante los últimos días, hacen pensar que sus inconformidades son más con la ética de los miembros de su partido, esa que, como recordamos, en campaña pudo correr su línea sin mayor dificultad, que con el salario que percibía, por eso su intención de salir del Congreso y correr a la Alcaldía de Bogotá, porque podría ser la mejor oportunidad para servir, al menos, a una parte de Colombia con dignidad. Porque hay algo que es claro: uno puede no estar de acuerdo con la forma de actuar de Bolívar y las causas que apoya, pero no puede desconocer que lo que sí ha demostrado es interés en trabajar por el país y por quienes lo eligieron. Sería importante que reflexionara si lo está haciendo de la manera correcta, en las formas en que Colombia lo necesita.

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