Riesgo de implosión
La aparente llegada de Armando Benedetti al Ministerio del Interior, es una noticia que no sorprende, pero sí desconcierta. Después de lo vivido en el consejo de ministros del pasado 4 de febrero, cuando los ‘petristas purasangre’ manifestaron su profundo dolor por ver cómo regresa al puente de mando de este barco, un hombre que ha estado a punto de hundirlo, porque su actuar contradice las banderas que ellos, con tanta convicción enarbolan, ahora, tienen que seguir viéndolo al frente de una de las carteras que es de las más importantes para el presidente.
Armando Benedetti, el hombre que ocupa un quinto cargo en el Gobierno y en el que EN NINGUNO HA HECHO NADA POR EL PAÍS, llega ahora, debido a la renuncia irrevocable de Juan Fernando Cristo a la cartera del Interior, seguramente para apoyar al presidente en la aprobación de las reformas que, por ningún lado y bajo ninguna estrategia, el Gobierno ha logrado sacar adelante: salud y laboral.
Benedetti, que se ha caracterizado por ser un politiquero desde su más profunda raíz y quien ha entrado en grave crisis emocional al ver dicho poder perdido, llega ahora a manejar una cartera que se caracteriza por ser de gestión, de acuerdos y, por qué no decirlo, de mermelada “tú votas, nosotros te damos”… ¿Será que esas habilidades de negociante, son las que, de verdad, tiene Armando Benedetti? Porque, no nos digamos mentiras, en nuestro país, eso es hacer política, participar del ‘toma y dame’ y, según parece, esa es la gran habilidad de Benedetti. Tanto así, que le permitieron conseguir quince mil millones de pesos para la elección de Gustavo Petro, como él mismo lo reconoció en los audios que filtró a Revista Semana.
Ese, que tiene siete investigaciones en curso en la Corte Suprema de Justicia, una de ellas por tráfico de influencias y que está a la espera de juicio. Ese, que fue señalado por violencia de género en España, cuando su propia esposa Adelina Guerrero, llamó a la policía porque la estaba amenazando con un cuchillo y le había cortado la ropa que tenía entre unas maletas. Ese, que en momento de tragos y hasta más, filtró a la Revista Semana los audios que había enviado a Laura Sarabia, reclamándole porque lo estaban dejando fuera del juego, relegándolo a un papel secundario. Ese, que no tuvo miramientos al permitir que se reabriera una Embajada como la de la FAO por parte del presidente, solamente para tener dónde ponerlo mientras se calmaban las aguas, ese, es la mano derecha del presidente, el que defiende a capa y espada y el que considera, merece una “segunda oportunidad”.
Confiemos en que, al menos por esta vez, las habilidades de Armando Benedetti sean utilizadas por el presidente Petro en beneficio y para el bienestar del país, permitiéndonos esclarecer un poco ese apego que tiene el Primer Mandatario por un personaje que no enaltece ninguna de sus supuestas banderas, que no cumple con ningún principio ético ni moral, que ni siquiera es de la corriente feminista de este Gobierno, como pudimos comprobar con el trato dado a Laura Sarabia en los audios filtrados y en la difícil pelea con su esposa, quien parece, ya está arrepentida de haberlo denunciado, seguro por temor a perder y hacerlo perder, todos los beneficios ante la opinión pública.
Confiemos en que este Caballo de Troya que nadie ha logrado sacar del Gobierno, no sea el que lleve a la guerra interna a los ministros y al presidente, porque donde esto implosione, nos vamos todos al cara… Ya saben.
