Opinión

Sr. Presidente, ¿Dónde está el oro?

Sandra Liliana Pinto Camacho

Sandra Liliana Pinto Camacho

Ingeniera Industrial PUJ & Administradora Hotelera AH&LA

Ponencia extendida de la presentada en el programa Sapiens una extensión del Centro de Pensamiento Libre: https://www.facebook.com/latinoticiasfrancia/videos/573094054424836/

“Los conquistadores carecen de vergüenza: llegan como mendigos, se comportan como ladrones y se creen señores”.

“Inés del alma mía” (2006), Isabel Allende.

Con el foco de la preocupación mundial dirigido hacia el conflicto entre Rusia y Ucrania que puede terminar mañana o escalar hasta convertirse en una catástrofe global, ha aumentado el precio del oro que actúa como un “activo refugio” en tiempos de incertidumbre.

Es así como al comienzo del conflicto, el precio rozó su máximo histórico alcanzado en agosto del 2020, cuando se vendía a USD $ 2.121 por onza.

Al mismo tiempo, las sanciones económicas de Estados Unidos y la Unión Europea contra Rusia desplomaron en muchas jornadas las bolsas globales mientras que los títulos de tesoro y los bonos apenas comienzan a ser atractivos ya que, para controlar la inflación global, los bancos centrales tuvieron que endurecer sus políticas monetarias.

Con lo que no contaba Rusia al realizar esta llamada invasión a Ucrania era que, dado que cerca del 50% de las reservas de su banco institucional estaban en cuentas de bancos de occidente o en alguna institución internacional  de quienes apoyan a EEUU y la UE, tan sólo podría contar con el 21,7% de sus reservas guardadas en el país y el 13,8% mantenidas en China quien afortunadamente se ha mantenido neutro con respecto a su socio comercial.

Si bien el banco central ruso ha buscado repatriar su oro desesperadamente, no le ha sido posible por los bloqueos de los Derechos Especiales de Giro (o SDR) establecidos por el Fondo Monetario Internacional manejado por EEUU.

Es así como el Gobierno ruso ha recurrido entonces a la compra de este activo: el 25 de marzo de 2022, el Banco Central de Rusia anunció que a partir del 28 de marzo y hasta el 30 de junio compraría oro a las entidades de crédito a un precio fijo de 5.000 rublos rusos por gramo lo que en abril cambiaría por un precio negociado.

El sector privado también ha sufrido las consecuencias de las sanciones impuestas, por lo que el prestamista más grande de Rusia, Sberbank, ante la alta demanda de oro la cual se ha cuadriplicado desde el comienzo de la invasión, planea aumentar la cantidad de oficinas que venden el metal precioso en la Federación Rusa para “ayudar a las personas a proteger sus ahorros”.

Las sanciones a Rusia ya dejaron una lección para los bancos centrales de países en desarrollo. Antes de pelear contra las potencias hay que revisar en dónde están las reservas internacionales.

Y entonces, ¿en dónde están las de nuestro país?

La entidad encargada de custodiar el oro de las reservas internacionales colombianas es el Banco de Inglaterra, en donde, según los últimos datos disponibles del Consejo Mundial del Oro (World Gold Council), Colombia almacena 4,7 toneladas de oro, lo que la coloca en el puesto 85 superada en América Latina por Venezuela, México, Argentina y Bolivia quienes cuentan con mayores reservas, con la salvedad de que los datos sobre las reservas venezolanas no son confiables.

Es así como en Colombia el oro representa alrededor de 0,4% de las reservas internacionales, en Venezuela corresponde al 77%, el 42% en Bolivia, el 9% en Argentina, el 4% en México, el 3% en Perú y el 1% en Brasil.

Y mientras algunos bancos centrales del mundo aumentan sus reservas, otros las reducen irreflexivamente, como es el caso de Colombia durante el gobierno de Duque.

Entre el 27 de mayo y el 26 de junio de 2020, el Banco de la República vendió gran parte de las reservas de oro del país, equivalentes al 67% de sus tenencias a fines de mayo de 2020, es decir dos terceras partes, y que llevaron a una disminución del 61% respecto a las reservas en oro del 2019.

Dicha venta fue ampliamente criticada no sólo por la significativa disminución de este valioso “refugio ante la incertidumbre”, sino porque se anticipó a los máximos históricos, no logrando venderlo al mejor precio, lo que resultaba muy difícil de anticipar dada la alta volatilidad de este activo.

Lo que sí anticipan los analistas del banco de Singapur es que, precisamente dada la inseguridad originada por la guerra con aspiraciones de volverse mundial, la onza de oro alcanzará los 2.100 dólares en el segundo trimestre; los 2.150 dólares en el tercero; y los 2.200 dólares en el cuarto lo que hará más difícil a países como el nuestro, volver a comprar tan preciado valor.

Una vez vendidas las reservas en oro, las mismas fueron reemplazadas por bonos soberanos de países desarrollados, en nuestro caso de EEUU, en consideración a que eran los más seguros en el mercado ya que en el corto plazo usualmente tenían rendimientos positivos y es por esto que en el 2021, mientras las reservas en oro representaban el 0,44% de las reservas internacionales colombianas los bonos representaron el 72,4%.

La jugada decidida por los miembros de la junta directiva del ente rector de las políticas monetarias del país les salió equivocada ya que para agosto del año en que se vendieron las dos terceras partes del oro de la nación, los títulos del Tesoro de Estados Unidos, en los cuales se había invertido los frutos de dicha transacción, descendieron a mínimos históricos ya que los inversionistas estaban más interesados en acumular metales preciosos debido a sus excelentes rendimientos.

Casualmente, al término de este Gobierno, el presidente Iván Duque habrá nombrado a casi todos los miembros de la Junta Directiva del Banco de la República, con excepción del gerente, Leonardo Villar, que fue elegido por sus colegas en contra de la candidatura del entonces ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, y quien, en ese momento, se desempeñaba como representante de Colombia ante el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Aunque el presidente Iván Duque ha propuesto centralizar la compra de oro en Colombia con la justificación de “evitar que la minería ilegal siga alimentando el conflicto” seguramente algo tendrá que ver con el incremento de los precios internacionales siendo ésta una buena forma de recuperar las reservas que vendió y que hoy nos tiene en las manos de la potencia hegemónica del continente, Estados Unidos.

Es por esto que los colombianos deberíamos preguntar a Duque antes de que termine uno de los periodos más controversiales de los últimos tiempos, Sr. Presidente, ¿dónde está el oro?.

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