¡Mi pueblo dichoso!
Salmos 144:15
Nueva Versión Internacional
¡Dichoso el pueblo que recibe todo esto!
¡Dichoso el pueblo cuyo Dios es el SEÑOR!
Sin duda alguna una de las cosas más difícil en una sociedad es mantener la igualdad, la equidad y la justicia. Nótese que utilicé el adjetivo “difícil”; Nunca imposible.
¡Se puede lograr! La equidad, la igualdad y la justicia, tienen un origen y tienen un hacedor. Cuando vemos que esas cosas están escaseando y que además se utiliza la maldad para conseguirlas a toda costa, (siendo este el peor de los caminos), pues entonces es sencillo darnos cuenta del origen. Este es: La falta de Dios en este mundo.
Mateo 6:33
Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.
La justicia que viene de Dios es el principio de todo; lo demás viene por añadidura, viene adherido a ese buscar constantemente de los preceptos y decretos divinos. El Señor ama la justicia, pero aborrece la maldad, por ende, no pueden ir maldad y búsqueda de justicia en el mismo carril; porque entonces, la misma justicia quedaría pisoteada en el acto
La Justicia la debemos buscar de la mano de Dios, sino es así, corremos el riesgo de caer en maldad y es aún más condenable para el Señor.
Salmo 37:28
Porque el Señor ama la justicia
y no abandona a quienes le son fieles.
El Señor los protegerá para siempre
La maldad en el corazón del hombre se combate con amor; que trae consigo una de las más maravillosas instrucciones del Señor para su pueblo
Romanos 12:17-18
No paguen a nadie mal por mal. Procuren hacer lo bueno delante de todos. Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos.
¡Por Dios! Que manual tan bien escrito, es la manera de comportarnos más sabia de todas, y es lógico que así sea, pues viene del Señor. ¡Claro que es posible!
Aportemos todos los días para ello, vivamos justamente, dando a cada quien lo que corresponde, cumpliendo nuestros deberes, sin sacar más provecho del que sea justo, de hacer las cosas por el camino de justicia, sin atajos, y sobre todo en paz
Mis hermanos, hoy el llamado es a reconciliarnos, a buscar las cosas de Dios, a llenarnos de amor y bondad y dejar la maldad, a vivir como lo dice alguien; y citaré la frase:
“Qué bueno sería tener convivencia en la diferencia” Pastor Darío Silva
Respetando siempre el pensamiento del prójimo, y no aceptando la enemistad y el odio como la principal salida a los conflictos. Dichoso el pueblo que lo logre.
Ahora un Poema convertido en oración.
Dichoso un pueblo en el que no se levanta hermano contra hermano,
dichoso un pueblo unido en que se tienden la mano,
dichosa mi Colombia por la que tú vas,
dichoso un pueblo en el que se respira paz
Salmo 29:11
El Señor fortalece a su pueblo;
el Señor bendice a su pueblo con la paz
Dichoso Señor el pueblo, en el que no hay venganza,
dichoso Señor el pueblo que el perdón alcanza,
dichoso el pueblo que a ti te pide clemencia
y que disfruta Señor de tu eterna herencia
Dichoso el que no se alegra en la maldad
Dichoso el pueblo que ama hacer el bien
dichoso el pueblo bondadoso
y que te tiene a ti como Rey
Tito 2:14
Él se entregó por nosotros para rescatarnos de toda maldad y purificar para sí un pueblo elegido, dedicado a hacer el bien.
Dichoso el pueblo que bendice tu nombre
para no caer en derrota,
dichoso el pueblo humilde
que con euforia siempre, proclama tu victoria
Salmo 149:4
Porque el Señor se complace en su pueblo;
a los humildes concede el honor de la victoria.
Dichoso el pueblo que ora,
y que constantemente te adora
un pueblo que por ti es escuchado
y luego también restaurado
2 Crónicas 7:14
Si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra.
Dichoso un pueblo que tiene de su lado tu favor,
dichoso un pueblo que grita; no de dolor, sino amor
Dichoso un pueblo que cree que tú eres el único dueño,
dichoso el pueblo que sabe que lo proteges con empeño
Génesis 28:15
Yo estoy contigo. Te protegeré por dondequiera que vayas, y te traeré de vuelta a esta tierra. No te abandonaré hasta cumplir con todo lo que te he prometido.
Dichoso el pueblo que sabe que tu promesa es real,
dichos el pueblo que humilde busca siempre tu lealtad,
dichos el pueblo que ora y que alaba sin cesar
Salmos 117
¡Alaben al SEÑOR, naciones todas!
¡Pueblos todos, cántenle alabanzas!
¡Grande es su amor por nosotros!
¡La fidelidad del SEÑOR es eterna!
¡Aleluya! ¡Alabado sea el SEÑOR!
Y para finalizar yo me quiero retirar,
Proclamando tu Palabra, tu palabra de verdad
Y elevar esta oración, y en ella perseverar
pidiendo por mi Colombia, que nunca dejas de amar
Salmo 144:12-15
Que nuestros hijos, en su juventud,
crezcan como plantas frondosas;
que sean nuestras hijas como columnas
esculpidas para adornar un palacio.
Que nuestros graneros se llenen
con provisiones de toda especie.
Que nuestros rebaños aumenten por millares,
por decenas de millares en nuestros campos.
Que nuestros bueyes arrastren cargas pesadas;
que no haya brechas ni salidas,
ni gritos de angustia en nuestras calles.
¡Dichoso el pueblo que recibe todo esto!
¡Dichoso el pueblo cuyo Dios es el SEÑOR!
Amén
Bendiciones